Nokia paga el fracaso de su nueva estrategia con un día negro en la Bolsa
Nokia sigue sufriendo. La firma protagonizó ayer tres malas noticias. La primera, y sin orden cronológico, tuvo lugar en la Bolsa de Helsinki, donde sus acciones se desplomaron un 16 % y volvieron a niveles de 1998, tras anunciar que registrará pérdidas en los dos primeros trimestres del año. A una semana de presentar los resultados oficiales del primer trimestre, Nokia dijo que su margen operativo entre enero y marzo será del 3% negativo, y que sus ventas netas estarán en torno a 4.200 millones de euros, muy lejos de los 10.339 millones del mismo periodo de 2011.
La segunda bomba le venía de China. Ayer se supo que Nokia ha sido superada en el trascendente país asiático por Samsung como la marca de móvil con mayor cuota en ese mercado en 201l. Y, la tercera, ocurrió en EE UU. La compañía sufrió allí un fuerte revés en su carrera por recuperar, de la mano de Microsoft, el liderazgo perdido en el mercado de los smartphones. La compañía admitió ayer un fallo de conexión en el Lumia 900, su último terminal estrella. El smartphones, el más vendido en Amazon, se había estrenado en ese mercado el pasado domingo.
Nokia ha decidido compensar a sus usuarios estadounidenses con un bono de 100 dólares. Una promoción, que se hace extensiva a todos los compradores del terminal con independencia de que hayan sufrido o no el problema. La firma trata así de restañar el daño que el incidente haya podido causar en su imagen. El problema del Lumia 900, la gran esperanza de Nokia cuyo lanzamiento en Europa se prevé para el segundo trimestre del año, se debe a un agujero de software que impide la conexión del terminal a internet. Según Nokia, ya han empezado a fabricar Lumias 900 con el nuevo software y para los terminales ya vendidos habrá un parche el próximo 16 de abril.
Con todo, su consejero delegado, Stephen Elop, no descarta la venta de activos no estratégicos y "tomar medidas estructuras significativas si resultan necesarias".