Cursos de comercio para diplomáticos
Los diplomáticos tendrán que superar cursos "obligatorios" de comercio. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha explicado hoy que cónsules y embajadores recibirán formación económica para que España duplique "su potencia de fuego comercial" y estos funcionarios puedan ayudar en sus destinos a los empresarios españoles.
En la clausura de la jornada 'Vías para la internacionalización de las pymes', organizada por la Fundación Ramón Areces, el ministro ha explicado que los diplomáticos seguirán "cursos obligatorios que, naturalmente, serán tenidos en cuenta a la hora de hacerlos embajadores".
Margallo ha repetido desde su nombramiento que su objetivo es reforzar la "diplomacia económica" para defender en el exterior los intereses de los empresarios españoles. El ministro defiende que carece de sentido que 47 embajadas y 54 consulados no tengan una oficina comercial en un momento en el que se debe "recuperar la confianza" en la "marca España".
Con este fin, el Gobierno va a coordinar todos sus ministerios -"bajo el paraguas del presidente, para que no haya celos de mis compañeros de gabinete", ha explicado en tono distendido-, a partir de una estructura "que cuesta cero euros": el Consejo de Política Exterior, "que está en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pero que, como el monstruo del Lago Ness, nadie ha visto".
"Esta en el BOE y va a empezar a trabajar", ha añadido el titular de Exteriores, antes de anunciar también que el Ejecutivo va a poner también el Real Instituto Elcano al servicio de la "marca España".
Margallo ha ironizado sobre el recorte del 75% en el presupuesto destinado a la cooperación española al definirse como "ministro de Asuntos Exteriores y hasta hace un cuarto de hora también de Cooperación". El ministro ha admitido que la "terapida del Gobierno" para mejorar la economía "probablemente" no ha sido "bien explicada". Con sus iniciativas, el Ejecutivo responde al "altísimo endeudamiento público y privado" del país, destinado "muchas veces" a inversiones "no productivas", así como a la falta de competitividad, lo que se traduce en falta de crecimiento, paro, un endeudamiento exterior "exagerado", un endeudamiento público que afecta al déficit y un problema de restricción crediticia.