Obama propone llamar 'regla Reagan' al plan para subir impuestos a los ricos
El presidente de EE UU, Barack Obama, ha propuesto llamar 'regla Reagan' a su iniciativa para subir los impuestos a los ricos para que paguen al menos la misma tasa que el ciudadano medio, un plan que considera una cuestión de "justicia" para garantizar el crecimiento económico.
Obama ha reiterado su petición al Congreso para que apruebe dicha iniciativa impositiva, uno de los emblemas de su campaña en favor de la clase media con miras a conseguir la reelección en noviembre.
La propuesta es conocida como la regla Buffett, pero en una comparecencia en la Casa Blanca que ha tenido lugar este martes Obama ha recordado un discurso de Ronald Reagan en el que este presidente republicano abogaba por algo muy parecido a lo que él propugna ahora, por lo que ofreció bautizar la iniciativa como regla Reagan.
"No soy el primer presidente que habla de esta idea de que todo el mundo tiene que hacer su parte", ha declarado Obama al sugerir que Reagan (1981-1989), fallecido en 2004, apoyaría su propuesta de aumentar los impuestos a los millonarios.
Lo que Reagan pedía "es lo mismo que estamos pidiendo nosotros: un retorno a la justicia básica y a la responsabilidad", ha subrayado y ha afirmado que aumentar los impuestos a los millonarios "nos lleva en la buena dirección, hacia más justicia y más crecimiento".
La iniciativa consiste en subir los impuestos a las rentas superiores al millón de dólares anual hasta el 30% y ha adoptado el nombre del multimillonario inversor Warren Buffett, quien ha afirmado públicamente que es injusto que su secretaria pague una tasa impositiva más alta que él.
Ese plan será votado el próximo lunes en el Senado, controlado por los demócratas, pero no tiene posibilidades de ser aprobado en la Cámara de Representantes, donde son mayoría los republicanos, que se oponen rotundamente a subir los impuestos a las grandes fortunas.
"Ya hemos hablado de la elección fundamental que enfrentamos como país" para establecer "una economía que valore el trabajo duro y la responsabilidad", en la que "todos jueguen bajo las mismas reglas", ha repetido Obama.
Estados Unidos tiene "necesidades importantes" si quiere seguir creciendo como economía y "no podemos permitirnos el lujo de seguir gastando más dinero en recortes de impuestos a los estadounidenses ricos que no los necesitan y que ni siquiera los pidieron", ha destacado el presidente.
Para Obama, su plan no es solo una forma de redistribuir la riqueza, sino algo necesario para que la economía crezca y para reducir en parte el abultado déficit público.
Los demócratas apuestan por esa iniciativa como una de las medidas para reducir el abultado déficit público y por aumentar las inversiones en educación, investigación y salud.
Por contra los republicanos, entre ellos el aspirante a la candidatura presidencial Mitt Romney y probable rival de Obama, proponen un recorte del gasto público y de programas y ayudas gubernamentales como alternativa para reducir el déficit.
Precisamente, Romney ha recibido críticas porque, a pesar de sus ingresos millonarios, provenientes de inversiones y rendimientos del capital, paga alrededor de un 15% en impuestos, una tasa más baja que la del ciudadano medio.
Fue durante el Gobierno del republicano George W. Bush (2001-2009) cuando bajaron significativamente las tasas impositivas que se aplican a los millonarios, en un país en el que las rentas salariales están gravadas con un porcentaje superior al que se aplica a las del capital.