Apoyo masivo a la huelga en el Sepla tras el despido de dos nuevos pilotos

A una semana del inicio de la segunda tanda de huelgas de los pilotos de Iberia, el panorama se complica. La compañía despidió el viernes a dos nuevos pilotos por falta grave y ya son cinco los castigados. El Sepla en Iberia concluyó ese día una votación entre sus afiliados en la que se solicitaba el respaldo para las 30 nuevas jornadas de huelga programadas. El resultado no deja lugar a dudas: de 1.079 votos depositados (de un total de 1.400 tripulantes), 1.064 apoyan las medidas de fuerza, 10 se oponen, 3 se abstienen y se registran 2 votos nulos.

En el frente sindical de los tripulantes de cabina (TCP) de Iberia la situación se ha enconado. Mientras uno de lo sindicatos mayoritarios, Estavla, apoya al Sepla, el resto, CTA, Sictpla, UGT y CC OO, acusan a los pilotos de ser responsables de que "Iberia Express se haga por fuera", esto es, que su personal no sea el de la matriz.

Por otra parte, fuentes conocedoras de la fracasada mediación realizada Manuel Pimentel entre Iberia y el Sepla han desvelado que la posición mantenida por la dirección de la aerolínea para pactar con el Sepla su participación en Express se basaba en los siguientes puntos.

Primero, que la filial no renunciaría a hacer vuelos de largo radio. Segundo, que no se admitiría ninguna conexión formal y estable entre los escalafones de Iberia y Express. Tercero, que solo por una vez algún copiloto de Iberia podría ser comandante de la filial en las condiciones definidas para Express, desligándose de Iberia, solo para cubrir vacantes, tras pasar un examen y ser elegido por la dirección de la filial. Cuarto, que se negociara el convenio en un mes o se fuera a un arbitraje. Y quinto, que las garantías de mantenimiento del empleo solo se aplicaran por la creación de Express y que no alcanzarían a los pilotos que han perdido la licencia.

"Irresponsable"

La Mesa del Turismo, que agrupa a 30 empresas turísticas españolas, calificó la huelga de pilotos de la aerolínea española de "ataque de irresponsabilidad" contra el turismo y la economía. Para ellos, la postura de los pilotos "está encastillada en un posicionamiento irreal".