CAM, el último capítulo de la sangría bursátil de la banca
Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) protagoniza el último capítulo de la sangría bursátil que vive el sector financiero español. La entidad, intervenida, subastada y hoy en manos de Sabadell tras recibir ayudas públicas por 5.249 millones, ha reconocido que sus cuotas participativas no valen nada después de que su valor contable se haya reducido a cero. Un tremendo golpe para los ahorradores que compraron esta especie de acciones sin derechos políticos cuando se colocaron en Bolsa en julio de 2008.
La dura realidad que sufren los inversores de CAM tras apostar por un producto financiero (hoy extinguido), que se creó para que las cajas pudieran cotizar en Bolsa y captar capital, es uno de los máximos exponentes de los efectos de la crisis en el sector financiero español, de nuevo en el centro de las miradas de Europa y con el 31 de marzo a la vista, día límite para presentar al Banco de España los planes de saneamiento para cumplir con las nuevas exigencias.
Las cuotas de CAM debutaron en un mal momento, dos meses antes de la quiebra de Lehman y con la crisis ya haciendo estragos, pero pocos partícipes de mercado hubieran imaginado entonces los pésimos resultados obtenidos por la entidad alicantina. En 2011 reconoció unas pérdidas de 2.713 millones.
"Más que el activo en sí, el problema de las cuotas participativas de la CAM es el subyacente. En su momento podía ser interesante pero lo que ha ocurrido es que ha caído la entidad. Hace tres o cuatro años tenían que haber aflorado las pérdidas asociadas en el sector inmobiliario", recuerda Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
La falta de confianza en España se ha resentido en las últimas semanas y en gran medida se debe a las dudas que todavía generan los balances de la banca, un sentimiento que no ha hecho más que empeorar tras conocerse la baja valoración con la que CaixaBank absorberá Banca Cívica.
La entidad catalana pagará un precio un 27% inferior al que salió a cotizar su rival el pasado julio. Otro fracaso para los ahorradores que hace tan solo unos meses creyeron en la historia de reestructuración y sinergias a buen precio que ofrecía Banca Cívica. La entidad debutó con un descuento del 60% sobre su valor en libros entonces pero ni el bajo precio ni los saneamientos previos a la salida a Bolsa le han salvado de un entorno difícil para la generación de beneficios. Así, incapaz de seguir por sí sola, se ha visto obligada a encontrar una solución para afrontar los 2.031 millones que le exige la reforma financiera.
"La intervención de CAM o la absorción de Banca Cívica por parte de CaixaBank ponen que manifiesto que había pérdidas sin aflorar. Son casos que ponen en duda la credibilidad de los balances del sector", explica un analista experto en bancos de una entidad extranjera. "Todavía hay bancos que se consideran zombies y hay que resolverlo".
La pérdida de la inversión que han sufrido los inversores de CAM o las fuertes minusvalías que acumulan quienes apostaron por Cívica el pasado ejercicio (-35,6%) no son casos aislados. "Lo que ha caído la acción es lo que ha caído el sector. Diferente es cómo se han vendido estos títulos cuando no hay demanda en el mercado", recuerda Nicolás López, director de análisis de M&G Valores.
Desde el pasado mes de julio las caídas del 30% de media son la norma en todo el sector por la inquietud que genera el deterioro económico, las malas perspectivas del negocio bancario en un entorno recesivo y las dudas que todavía suscita la exposición de la banca al sector inmobiliario en un entorno de escaso crecimiento.
CaixaBank pierde el 42,9% desde que empezó a cotizar en Bolsa en julio en sustitución de Criteria; Santander sufre una caída del 32% desde entonces; BBVA pierde el 30,2%, mientras que Sabadell cae un 21%; Popular, el 33,6%; Bankinter, el 18,6% y Bankia, otra entidad que debutó el pasado verano, retrocede el 28%.
Las antiguas cajas son las que más han acusado la crisis pero ninguna entidad sale inmune. No sorprende así que el Gobierno tenga prisa por cerrar la reestructuración del sistema financiero antes del verano. Las presiones que llegan de Europa van también en la misma dirección y es que desde Bruselas se mira con cada vez más preocupación el repunte de la prima de riesgo de España, que ayer cerró en los 365 puntos básicos mientras que los CDS de los bancos (seguros contra riesgo de impago) volvían a encarecerse.
La cifra
5,84 euros es el precio al que debutó CAM. Alcanzó máximo de 7,37 el pasado noviembre. Dejó de cotizar el pasado diciembre.