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Distribución

El Corte Inglés, la sastrería que lidera el comercio

Los grandes almacenes se especializan y confían en el poder de las marcas para mantener la confianza de los consumidores

Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero". Con estas ocho palabras, El Corte Inglés marcó hace 40 años un punto de inflexión en el comercio español. Hasta entonces, ninguna cadena daba a sus clientes la posibilidad de repensarse sus compras. En los setenta, la empresa presidida por Ramón Areces afianzaba sus pasos para construir una red de grandes almacenes distribuida por toda la geografía española.

La primera piedra de El Corte Inglés se puso en la madrileña calle Preciados. En 1935, Ramón Areces compró una pequeña sastrería que dio nombre al grupo. Una nueva finca en la céntrica calle madrileña, donde construyó una superficie comercial de 2.000 metros cuadrados, y su primer establecimiento en Barcelona, en 1962, abrieron paso a una compañía que poco a poco se convirtió en líder de la distribución española. Liderazgo que reforzó en 1995 cuando adquirió su principal y, prácticamente único, competidor: Galerías Preciados. Hoy, la empresa presidida por Isidoro Álvarez sigue manteniendo su carácter familiar y su esperada salida a Bolsa nunca se ha concretado. Pero el comercio ha cambiado y también el concepto de gran almacén. Internet ha abierto las puertas de cualquier establecimiento durante las 24 horas del día y la especialización se ha convertido en prioridad. En moda, por ejemplo, El Corte Inglés se ha constituido en el abanderado de las grandes firmas, incluidas las marcas de lujo internacional. En paralelo, en tres décadas han nacido las demás cadenas del grupo. Desde los hipermercados Hipercor hasta la moda joven de Sfera o la cadena de bricolaje Bricor.

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