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29-M: séptima huelga de la democracia

Báñez cierra el paso a cambios de calado en la reforma laboral

La ministra de Empleo afirma que la agenda del Gobierno es "imparable" y apela a la responsabilidad sindical.

Fátima Báñez no quiso ayer entrar en debates dialécticos con los sindicatos convocantes de la huelga general pero sí dejó bien claro que el Gobierno seguirá adelante con su agenda de reformas para que España recupere la senda del crecimiento económico y la creación de empleo. Lo más atrevido que dijo la ministra de Empleo y Seguridad Social, que compareció a las 13:30 horas en el Congreso de los Diputados, fue que el seguimiento de la convocatoria había sido "inferior" a las dos precedentes, tomando como referencia el dato de caída del consumo eléctrico que proporciona REE. La demanda de energía eléctrica se situaba ayer momentos antes de la comparecencia de la ministra en 27.536 megavatios, un 15,5% menos de lo previsto por REE.

La "agenda reformista" del Gobierno es "imparable" porque su objetivo "es sacar a España de la crisis". La ministra puso énfasis en señalar que el Gobierno ejerció su responsabilidad al garantizar tanto el derecho a trabajar como a hacer huelga.

Báñez dejó claro que la protesta de ayer en sí misma no va a hacer al Gobierno modificar el contenido de la reforma laboral, aprobada por real decreto-ley el 10 de febrero. De sus palabras se pudo concluir que no habrá cambios en los aspectos "troncales" de la reforma porque el texto fue convalidado ya por 197 diputados de cuatro grupos parlamentarios, pero no cerró la puerta del todo a incorporar mejoras. La ministra de Empleo animó a los grupos parlamentarios a presentar enmiendas parciales al texto. "El Gobierno espera la aportación de todos". Lo que pretende el Ejecutivo con dicha reforma legislativa es "poner fin" a la dualidad que existe en el mercado de trabajo "y su excesiva rigidez".

La ministra de Empleo no quiso hacer valoraciones sobre si la convocatoria de protesta había sido un éxito o un fracaso porque era prematuro a primera hora de la tarde y tampoco si el Gobierno había extraído algún mensaje de la celebración de la huelga. Sobre una eventual modificación de la Ley de Huelga, Báñez aclaró que ni es una "prioridad" para el Gobierno ni está en el programa electoral del Partido Popular. La principal "ocupación y preocupación" del Ejecutivo es crear empleo y dar "oportunidades" a los 5,3 millones de personas que no tienen trabajo.

No quiso entrar en polémica con los sindicatos, que avisaron ayer que recrudecerán las movilizaciones si el Gobierno no cede en el trámite parlamentario. Báñez apeló al "compromiso y la responsabilidad, no con el Gobierno sino con todos los españoles". Muy conciliadora, la ministra aseguró: "Estoy convencida de que estarán dispuestos a dar lo mejor de sí por el bien de los españoles y de nuestro país".

La ministra de Empleo valoró "muy positivamente" la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, que, según manifestó, "están actuando con absoluta profesionalidad" para que todos los ciudadanos tengan garantizados sus derechos.

Las alusiones a la reforma laboral estuvieron presentes ayer en varios momentos del pleno del Congreso, a pesar de no ser un asunto del orden del día. Así, los diputados socialistas participaron en los debates, pero con intervenciones desde sus escaños en las que expresaron la oposición del PSOE a la reforma laboral del Gobierno.

Apretado orden del día

Coincidiendo con la jornada de huelga general, el orden del día estaba más apretado que nunca, con la convalidación de cinco decretos-leyes y el debate de totalidad del proyecto de Ley de Estabilidad Presupuestaria. Los diputados del PSOE tenían el visto bueno de la dirección del Grupo Socialista para ceder su salario a alguna organización no gubernamental, tal y como van a hacer parlamentarios de otros grupos, o cualquier otra entidad. El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, cederá su sueldo de ayer a Cáritas.

Durante buena parte de la sesión en el pleno estaban presentes solamente la mitad de la diputados, una situación que se explica en parte por el absentismo habitual y por la ausencia de los diputados de grupos de izquierda como gesto hacia la convocatoria de la huelga general. En las votaciones se ausentaron finalmente 40 de los 350 diputados.

En su comparecencia de ayer, Báñez empleó un tono más moderado que el miércoles, cuando en el Congreso acusó al coordinador de IU, Cayo Lara de "hacer lo fácil" en una jornada de huelga, que es "esconderse tras una pancarta" en lugar de aportar alternativas para la creación de puestos de trabajo.

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