Las concesionarias piden a Fomento que no saque Aena a Bolsa y abra un concurso por Barajas y El Prat
Los primeros contactos entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, y las mayores firmas de infraestructuras han puesto de manifiesto una diferencia de criterios respecto al futuro de Aena. El ministerio se inclina por sacar la firma aeroportuaria a Bolsa cuando mejoren las condiciones del mercado, mientras sus interlocutores piden el plan del anterior Ejecutivo: la concesión de Barajas y El Prat.
El arranque de legislatura está recuperando un intenso debate -aún soterrado- sobre el futuro de Aena. Constructoras y concesionarias ya han tenido acceso a reuniones con el equipo de Fomento, liderado por Ana Pastor, y en ellas ha sido denominador común la cuestión del malogrado concurso de Barajas y El Prat.
Pese a la informalidad que ha rodeado a las conversaciones, Fomento ha avanzado que en el futuro trabajará en la salida a Bolsa de Aena. Se trataría de una solución con la que el holding no perdería el control de sus mejores activos, al tiempo que se mantendría el concepto de red de los aeropuertos.
Pero lanzar una oferta de acciones en el parqué pasa por dos condiciones ineludibles: una notable mejoría del mercado y la puesta en marcha de un plan estratégico que mejore la valoración de Aena. Ese plan incidirá en un mayor grado de internacionalización y en hacer más eficiente la empresa.
Lejos de aplaudir, los interlocutores de Fomento han advertido a Pastor que la solución no es atractiva para las empresas de infraestructuras. Estas demandan control para operar unos aeropuertos que, en régimen de concesión, seguirían siendo de titularidad estatal y reportarían ingresos millonarios a las arcas públicas. "Una salida a Bolsa de Aena podría atraer a fondos de inversión, pero no a los operadores de aeropuertos, que son quienes pueden multiplicar la eficiencia comercial de Barajas y El Prat", explica un directivo conocedor del intento fallido de concesión.
Otro de los argumentos que han escuchado tanto la ministra Pastor como el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, es que existe liquidez e interés en el mercado concesional para pujar por ambas plazas. La única condición que ponen las empresas en su ofrecimiento es que varíen ciertas imposiciones que dieron al traste con el anterior proceso.
Las fuentes cotejadas explican que sería básico flexibilizar los cánones o pagos exigidos por la Administración. Y es que el exministro José Blanco y su equipo pedían un pago mínimo inicial de 3.700 millones por Barajas y de 1.600 millones por El Prat. A partir de esa primera entrega, el canon mínimo era del 20% de los ingresos.
La otra reivindicación básica tiene que ver con el plazo de concesión. El anterior gabinete de Fomento intentó ceder los aeropuertos de Madrid y Barcelona al capital privado por 15 años. Un periodo que elevó a 20 años y que, a juicio de las empresas, todavía es insuficiente. Estas están exigiendo un mínimo de 25 años de explotación.
Abertis, Ferrovial, Acciona, FCC y San José compitieron en el concurso del segundo semestre de 2011. A ellas se sumaron operadores internacionales como Fraport, gestora de Fráncfort o Hannover; Corporación América, con 33 aeropuertos en Argentina; Aéroports de Paris, que venía con las referencias del Charles de Gaulle y el también parisino Orly; Singapore Changi, operador del mayor hub de Asia, en Singapur, y la india GMR Infrastructure, que aportaba referencias como Delhi, Hyderabad y Estambul.
Entre las firmas de perfil financiero que atendieron a la llamada de Fomento estuvieron fondos como el canadiense CPP Investment, el australiano IFM, GIP (Credit Suisse y General Electric), AZ Argos (Allianz), Ibervías (Axa) y el gigante de la inversión en infraestructuras Borealis. Había apetito y vinieron los más grandes.
Primeras negociaciones en Cataluña
El grupo de trabajo sobre infraestructuras GTI-4, que incluye a la Cámara de Comercio, patronal, el Círculo de Economía y la Fundación RACC, mantuvo un encuentro con Ana Pastor hace dos semanas para aclarar el futuro de Barcelona-El Prat. El grupo defiende una gestión individualizada del mayor aeropuerto catalán. Ambas partes han creado un equipo de trabajo.El Gobierno del PP no tiene entre sus planes sacar a Bolsa, en el medio plazo, más del 49% de Aena. Ana Pastor ha criticado en diversas ocasiones que la venta de los mejores activos se iba a producir con una empresa infravalorada por la actual situación económica.El actual equipo de Fomento mantiene la idea de que la totalidad de Aena vale más que sus partes. Por ello rechazan la segregación de los mejores aeropuertos.El anterior presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, demandaba lo recaudado con las concesiones de Barajas y El Prat -un mínimo de 5.300 millones como pago inicial- para la propia compañía. Se trataba de que esta rebajara su deuda. Ni el propio Ministerio de Fomento, y mucho menos el de Economía, parecían comulgar con esa petición.Tras ceder al capital privado el 90,05% del capital de Barajas y el Prat, el exministro Blanco quería arrancar la búsqueda de inversores interesados en el 49% de Aena.