Días clave para Novagalicia
El ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoció el pasado jueves que esperaba más fusiones en las próximas semanas. La reforma financiera "no ha hecho más que empezar", aseguró. En los últimos días Ibercaja ha aprobado la absorción de Caja3. BBVA se ha quedado con Unnim, La Caixa ultima la absorción de Banca Cívica y Unicaja ha decidido al final seguir adelante con la fusión con Caja España-Duero. BMN espera que en breve el FROB dé el pistoletazo para subastar Banco de Valencia y pujar por él. Liberbank sigue en conversaciones con el portugués Caixa Geral para adquirir su filial española por 150 millones de euros, operación que, de cuajar, daría un respiro de dos años al grupo español para realizar su saneamiento y le evitaría tener que fusionarse.
BMN, Unicaja y Liberbank, e incluso Ibercaja, al margen de las operaciones mencionadas, no descartan emprender otras fusiones. Tampoco Kutxabank, aunque se da hasta final de año para poder realizarla. Pero es en Catalunya Caixa, Novagalicia y Bankia, donde el mercado está centrando su atención. Incluso si la fusión de Unicaja y Caja España hubiera fracasado, todas las fuentes consultadas aseguran que el Banco de España y el Gobierno habría puesto a funcionar la maquinaria para que otra gran entidad se hiciera cargo de la firma que preside Evaristo del Canto.
Es lo que sucedió con Caja3, a la que el supervisor dio tres meses -hasta marzo- para buscar pareja si no quería que fuera el propio Banco de España el que se la encontrara. Y así fue. A finales de febrero, Ibercaja anunciaba su fusión. Lo mismo sucede con Banca Cívica. Ya en los últimos días de 2011 su director general de eficiencia, Juan Oderiz, reconocía internamente que Banca Cívica necesitaba un plan de supervivencia urgente con un importante programa de ahorro, ya que de lo contrario la firma no era viable. E incluso puso fecha: sin ese contundente plan de eficiencia "en septiembre cerramos".
El 31 de marzo las entidades presentarán al Banco de España sus planes para afrontar su saneamiento inmobiliario, de acuerdo a la normativa de De Guindos. En esa fecha tendrán que explicar si van a optar por fusionarse o no para cumplir con estas dotaciones, pero no será necesario que presenten sus parejas. El supervisor tendrá hasta el 15 de abril para pronunciarse sobre la idoneidad de estos planes. Tras esta fecha, las entidades que tengan intención de fusionarse deberán presentar a sus novios a más tardar el 31 de mayo. Y es entre estas tres fechas en las que Novagalicia y Bankia (por razones diferentes a las de la entidad gallega) se juegan su independencia, una vez que Catalunya Caixa parece que ha renunciado a buscar inversores que la salven de ser subastada.
El mercado y toda la banca en general no dudan de que Novagalicia será subastada antes de octubre. Solo su cúpula directiva y el Gobierno de la Xunta esperan que al final la entidad gallega siga sola. El empeño personal de su presidente, José María Castellano, en sacar adelante su proyecto comienza a sembrar la duda entre sus rivales. ¿Será posible que haya conseguido inversores extranjeros dispuestos a meter dinero en Novagalicia? Esta es una pregunta que hace menos de un mes nadie se planteaba. Ahora sí. La firma gallega, como lo hará todo el sector, pasará estos días por los despachos del Banco de España para explicar su plan de saneamiento. Y ahí es cuando Castellano expondrá su proyecto innovador para dar entrada a unos cuantos fondos anglosajones dispuestos a invertir en Novagalicia y compartir su futuro con el FROB -que controla el 90% de la entidad- hasta conseguir suficientes accionistas para que el Estado salga por completo de la firma. No hay que olvidar que Castellano siempre dijo que su reto es que la firma cotice.
La Xunta de Galicia ve con buenos ojos el proyecto. El Ejecutivo nacional también, siempre que se realice en las mismas condiciones que el resto del sector y consiga que el crédito fluya entre familias y empresas. Pero la última palabra, como matizó Mariano Rajoy el jueves pasado, la tienen el Banco de España y Economía. El proyecto de Castellano puede ser más barato para el Estado que subastar la entidad. El problema es que los potenciales inversores reclamarán ayudas a través de un esquema de protección de activos (EPA), aunque sería muy inferior al que solicitaría un banco al que se le adjudicara la caja. Si el Banco de España echa para atrás el proyecto, es muy posible que Novagalicia salga a subasta en los meses de mayo o junio, como reclama la gran banca.
Mientras, Rodrigo Rato, presidente de Bankia, también pasará estos días por el Banco de España. El objetivo que maneja la entidad es realizar su saneamiento inmobiliario sin necesidad de ayudas ni de fusiones, ni tan siquiera de medidas extraordinarias como puede ser la venta del 25% de sus activos, como aconsejan algunos bancos de inversión y otras entidades financieras. La matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), espera que el supervisor le deje al final sanear una gran parte de sus activos inmobiliarios contra su patrimonio: 4.000 millones de euros brutos. El argumento es que el grupo se fusionó hace un año y la norma internacional le permite cargar las dotaciones contra capital un ejercicio, 2011. Además, el grupo debe realizar cargas contra capital y provisiones por otros 5.000 millones este año.
Inicialmente, y según reconocen varias fuentes del grupo, el Banco de España le permitió realizar el saneamiento de BFA contra patrimonio, pero ahora ha comenzado a ponerle objeciones. Entre medias, Economía ha insistido en que será muy exigente con estas dotaciones y no permitirá que se carguen contra patrimonio en ningún caso. Y señala que serán el Banco de España y la CNMV los que vigilarán para que esto no suceda. Si finalmente el supervisor considera que la vía elegida por BFA es contraria a la reforma, Bankia tendrá que recurrir a medidas drásticas. Y si no hay fusión tendrá que vender ese 25% de sus activos que reclaman sus competidores.