La CNE recomienda que algunas de sus funciones no pasen a Industria
La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha recomendado que algunas de las funciones que desempeña, como las inspecciones o la de pronunciarse sobre operaciones empresariales, se mantengan en la futura Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y no pasen al Ministerio de Industria.
En su informe sobre el Anteproyecto de la Creación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que agrupará a ocho organismos reguladores, la CNE señala entre estas funciones que pasarían al Gobierno las inspecciones al sector eléctrico y gasista, la protección a los consumidores, las liquidaciones o la denominada "función 14".
La CNE recomienda que esta función, que permite al organismo emitir dictámenes vinculantes sobre las operaciones empresariales que afectan a actividades reguladas, se mantenga en el nuevo organismo regulador y no pase a Industria.
El organismo energético argumenta que esta función constituye un mecanismo de supervisión de operaciones empresariales, "orientado a garantizar el suministro energético y salvaguardar el equilibrio patrimonial de las sociedades con actividades reguladas".
Su objetivo, prosigue, es determinar si existen riesgos significativos "para la seguridad y calidad de suministro energético" y ese control ha de entenderse "como una función de supervisión" que debería quedar incluida dentro del futuro CNMC.
La CNE señala también entre esas funciones que no deberían pasar a Industria las liquidaciones de las actividades reguladas del sector eléctrico y gasista.
Unas liquidaciones, añade la CNE, de una "importancia crítica", cuyo traspaso conllevaría importantes dificultades por el personal y medios que requiere y que dan al organismo regulador información "indispensable" para el ejercicio de sus funciones de supervisión.
Por todo ello, recomienda que se queden en el organismo regulador o que el personal de la CNE que desempeña estos trabajos pase a Industria.
Lo mismo recomienda para las funciones de inspección del sector eléctrico y gasista, a la vez que reclama que el conjunto de competencias en materia de protección al consumidor pasen a la futura CNMC.
Para concluir, la CNE pide que si finalmente esas funciones pasan a Industria deberá preverse el traspaso al Ministerio del personal laboral que las desempeña en la CNE.
La CNE también advierte de forma general que el anteproyecto debe modificarse para cumplir las previsiones y exigencias contempladas en la normativa europea y que, en concreto, el mecanismo de control de eficacia que tendrá el Ministerio de Economía y Competitividad puede resultar incompatible con la legislación europea y debe suprimirse.
Asimismo, señala que el esquema de financiación del nuevo organismo que se plantea en el informe podría "no resultar suficiente" para lograr la suficiencia de ingresos si no se articulan otros medios complementarios.
En un amplío y técnico informe, la CNE también apunta en diversas ocasiones a la "multitud, complejidad y especificidad de funciones" que el nuevo organismo deberá ejercer y que la integración en una misma autoridad de las funciones de competencia con el resto de funciones sectoriales será otro factor de complejidad añadida, aunque no entra a valorar estos aspectos.
El Gobierno acordó el pasado mes de febrero unificar los ocho organismos reguladores bajo un único paraguas