La Policía detuvo en 2011 a 447 personas por vender artículos falsificados
La Policía Nacional detuvo el año pasado a 447 personas en toda España relacionadas con la falsificación de todo tipo de productos, desde medicamentos y preservativos, a juguetes, perfumes, bolsos, películas y discos y hasta rodamientos industriales, utilizados en autobuses o aviones.
La Policía Nacional detuvo el año pasado a 447 personas en toda España relacionadas con la falsificación de todo tipo de productos, desde medicamentos y preservativos, a juguetes, perfumes, bolsos, películas y discos y hasta rodamientos industriales, utilizados en autobuses o aviones.
Con motivo mañana 15 de marzo del Día Mundial del Consumidor, la Policía ha aprovechado hoy para advertir sobre la compra de supuestos chollos tanto en Internet como en el mercado físico, que pueden ser baratos para el bolsillo, pero acabar siendo caros para la salud.
Durante 2011, la Policía intervino más de 1,5 millones de dosis de sustancias anabolizantes, hormonas del crecimiento y medicamentos ilegales.
Productos elaborados sin ningún tipo de control de calidad y sin cumplir los requisitos sanitarios establecidos y cuyo consumo puede provocar graves daños para la salud, como problemas cardiovasculares, hiperglucemia, hipotiroidismo, hipertensión intracraneal, o riesgo de desarrollo de tumores, entre otros.
La Sección Central de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la Policía Nacional también intervino en 2011 más de 300.000 juguetes falsos o fabricados sin contar con las preceptivas medidas de seguridad.
Jugar con estos artículos puede conllevar riesgos para los niños, ya que en su fabricación han podido utilizarse productos tóxicos o porque contienen piezas pequeñas.
El número de productos de cosmética, perfumería, calzado, prendas de vestir, marroquinería, complementos, joyas o relojes intervenidos el año pasado superó el millón de unidades.
Aunque usar estos artículos no supone en principio un riesgo para la salud, la Policía ha alertado de que los beneficios obtenidos con la piratería industrial son utilizados en ocasiones para financiar actividades de terrorismo internacional, repercuten en la economía sumergida, y generan corrupción y blanqueo de capitales.
El pirateo afecta a una amplia gama de productos, desde baterías falsas para teléfonos móviles, -que pueden ocasionar daños irreparables en los terminales o quemaduras a los usuarios- o herramientas cuya utilización puede repercutir en accidentes graves.
Un ejemplo de este problema fue la intervención de 16 toneladas de rodamientos industriales falsificados y de baja calidad.
Las 56.000 piezas incautadas podrían haber sido usadas en medios de transporte colectivo como aviones, trenes o autobuses, así como en numerosas aplicaciones industriales y de maquinaria pesada.
Según la Policía, la baja calidad de las falsificaciones, no sometidas a ningún control, habría puesto en peligro la seguridad de miles de personas.