Gallardón indulta a los condenados por el 'caso Treball'
Los procesados trataron de "cargar el muerto a los muertos" al responsabilizar de los hechos a personas fallecidas.
El ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat, Josep Maria Servitje (UDC), y el empresario Manuel Lorenzo Acuña fueron condenados en la sentencia por el conocido como caso Treball a cuatro años y medio, y dos años de prisión. El Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, firma el Real Decreto de 17 de febrero por el que se indulta a ambos, que aparece hoy publicado en el BOE.
La Sección Décima de la Audiencia de Barcelona condenó a Servitje por desviar 46.157,73 euros del Departamento entre 1994 y 1995 (cuando gobernaba CiU), mediante la adjudicación de estudios falsos, y a Víctor Manuel Lorenzo Acuña, propietario de las empresas Gestumer y Socesca, adjudicatarias de los informes, que resultaron ser copias de publicaciones de años anteriores. El Tribunal Supremo rechazó en 2010 un recurso de casación presentado por ambos.
En sus informes finales, el Ministerio Público sostuvo que el caso Treball suponí0061 una "quiebra en el funcionamiento del sistema democrático" que "socava" la confianza de los ciudadanos en el funcionamiento de las instituciones y sus responsables. El fiscal Rodríguez Rey explicó que los procesados trataron de "cargar el muerto a los muertos", al haber responsabilizado del encargo de los estudios y del desvío de fondos a un ex alto cargo del Departamento y un empresario de UDC ya fallecidos.
Indultados cinco mossos
El BOE publica también hoy el indulto concedido por el Gobierno a cinco mossos d'Esquadra condenados en diciembre de 2009 por un delito de torturas. Los agentes Manuel Farré Muñoz, Joan Salva Páez, Jordi Perisse Blanco, Fernando Cea López y Alejandro García Avilés confundieron a un ciudadano rumano, Lucian Paduraru, con el autor de un robo violento en un piso.
La detención se produjo en julio de 2006. Según recogía la sentencia, los agentes se abalanzaron sobre él, le propinaron "reiterados golpes y puñetazos por todo el cuerpo" y le pisaron la cabeza contra el asfalto. Según publicó El País, los mossos, en el traslado a Les Corts, le introdujeron una pistola en la boca y volvieron a amenazarle. En el momento del arresto iba acompañado de su mujer, que estaba embarazada y también recibió un trato degradante.
Ninguno de ellos llegó a ingresar en prisión, ya que la condena estaba suspendida a la espera de que se resolviera el indulto.