Las pequeñas encajan bien el nuevo marco laboral
Las modificaciones que incorpora la reforma gustan a las pymes, que sobre todo valoran el que se hayan despejado las incertidumbres.
La reforma laboral no va a impedir que diariamente un buen número de pymes y autónomos echen el cierre definitivo a sus negocios, arrastrando riqueza y empleo, pero al menos ayudará a reducir esa sangría a medio plazo y, sobre todo, elimina incertidumbres, un aspecto fundamental a la hora de tomar decisiones de negocio. Esta es la opinión más extendida entre pequeños empresarios y emprendedores, expertos y organizaciones representativas, que también valoran muy positivamente aspectos como la pérdida del miedo escénico a contratar, el establecimiento de incentivos a la contratación, la prioridad de la negociación colectiva en el ámbito de la empresa frente a la sectorial o la desaparición de las categorías profesionales que recoge la reforma.
Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Empresarios y Trabajadores Autónomos (ATA), apunta que es evidente que algo no ha funcionado en el mercado laboral en España en los últimos años cuando tenemos 2,6 millones de nuevos parados. Y también señala que es paradójico que la rigidez de la normativa laboral anterior permitiera que "fuera más fácil despedir a los trabajadores que eliminar las pagas extras de un convenio".
El nuevo escenario que dibuja la reforma supone un punto de inflexión en nuestro sistema normativo laboral, no tanto por los efectos inmediatos sino por sus repercusiones a medio y largo plazo, según Miguel Ángel Ferrer, socio director general de Arrabe, firma dedicada a asesorar a empresas en las áreas contable, fiscal, jurídica, legal y laboral desde 1963.
"En la gestión del día a día de la pyme, la reforma no va a suponer un cambio radical, pero se irán incorporando elementos poco a poco. Por ejemplo, en Arrabe Asesores tenemos un convenio colectivo propio desde hace más de ocho años que nos ha permitido adaptar mejor las reglas de juego internas a nuestra realidad. Aun así, la reforma nos permitirá incorporar a nuestro convenio aspectos que hasta ahora no estaban regulados, como el teletrabajo o las horas destinadas a formación obligatoria de los empleados". Ferrer también destaca la aclaración del concepto de causa objetiva, que permitirá a las pymes tomar decisiones a corto plazo algo más arriesgadas a la hora de contratar y poner nuevas ideas en marcha. No obstante, considera que el desempleo en España no se va a resolver solo con nuevas reglas en el mercado de trabajo.
La temporalidad, la rigidez y la escasa flexibilidad interna de nuestra normativa laboral han provocado que, en los últimos cuatro años, los ajustes hayan recaído sobre el capital humano, indica Lorenzo Amor. "La reforma apuesta por primera vez por los verdaderos generadores de empleo en España, pymes y autónomos, estableciendo incentivos a la contratación o mecanismos de flexibilidad interna que permiten, por un lado, descolgarse de convenios y, por otro, llegar a acuerdos de empresa". Amor considera que esta no va a ser la reforma del despido y que, a medio plazo, permitirá contratar y generar empleo de calidad. "En el mes de enero desaparecieron mil autónomos diarios. Es la peor noticia".
Por el contrario, para Jesús Parra, director de consultoría estratégica y financiera para pymes de Adernova Consultores, el impacto de la reforma en estas va a ser prácticamente nulo. "El único aspecto positivo es que elimina incertidumbres". La reforma que de verdad ayudaría a las empresas, en opinión de Parra, se refiere a la administración de justicia, sobre todo de lo mercantil y laboral. "No puede ser que un empresario al que no se le paga una deuda vaya a un juzgado a denunciarlo y la resolución se prolongue dos o tres años, porque es el final de muchos negocios".
Irene Tato, socia directora de SC, Salud y Comunicación, no puede estar más de acuerdo con las medidas de la reforma: desde el teletrabajo y el aprendizaje permanente hasta la modificación de funciones o que se dé prioridad al convenio colectivo de empresa. "Va a aportar dinamismo al mercado laboral; era muy rígido, se tenía miedo a contratar. Habrá un pico de despidos pero después se contratará con más tranquilidad y, probablemente, por menos dinero".
Daniel Patricio Jiménez, a- bogado y profesor titular de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de Esic, asegura que es una reforma no solamente pensada ad hoc para este momento de crisis, sino también para lo que devendrá en los próximos cinco años. "La desaparición de las categorías profesionales asociada a la polivalencia de tareas es una de las medidas más importantes en términos de no destrucción de empleo". Jiménez cree que los sindicatos se tienen que acoplar a las nuevas reglas. "Deben seguir manteniendo su papel como homogeneizadores de las condiciones laborales dentro del marco que la actual situación económica define".
David Vega, director general de Lexington, compañía que pone a disposición de sus clientes centros de negocios para desarrollar su actividad, con cerca de 40 empleados, entiende que la reforma era una necesidad. "En el corto plazo, el paro no va a mejorar. La situación está tan deteriorada que hasta que la reforma se vea reflejada en un crecimiento vía empleo tendrá que pasar tiempo. Pero nosotros tenemos previsto contratar y la reforma representa una ventaja".
La cifra
1.000 es el número de negocios autónomos que desaparecieron cada día durante el mes de enero, según ATA.
Deuda por impuestos para aliviar el día a día
Los cambios en el mercado laboral son bienvenidos por las pequeñas empresas, pero necesitan ir acompañados de otras medidas de apoyo para evitar que estas sigan desapareciendo. La cantidad que deben las Administraciones públicas a las pymes asciende a 15.000 millones de euros. Para aliviar las dificultades de muchos pequeños empresarios a la hora de afrontar el día a día, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha propuesto canjear de forma parcial o total el pago de sus impuestos con el dinero que les adeuda la Administración. Gestha considera que esta compensación podría funcionar de modo complementario al mecanismo de financiación ultimado por el Gobierno para facilitar a estas empresas el cobro de las facturas pendientes con las Administraciones públicas. ¿Qué volumen se saldaría con esta medida? José María Mollinedo, secretario general de Gestha, afirma que "habría que ver cuál es el peso de los tributos de los acreedores en los 30.000 millones de euros que en total se calcula adeudan las Administraciones públicas al tejido empresarial". Esta operación se realizaría a través de un mecanismo similar a la cuenta corriente tributaria.Un 25% del cierre de negocios de autónomos que se produjo en los últimos años se ha debido a la morosidad de las Administraciones públicas, según ATA. "Es una cifra demasiado alta y pensamos que esta medida debe implantarse cuanto antes para evitar que esas cifras, exageradas o no, se reduzcan, que no exista la posibilidad de que una empresa tenga que cerrar porque una Administración haga recaer el peso del déficit sobre esos proveedores a los que le debe dinero", aclara Mollinedo.