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El Gobierno fija una ruta de consolidación fiscal más accesible para el Estado central

Hacienda, sin piedad con las regiones

El 63% del recorte que exige la nueva previsión de déficit corresponde a las autonomías

La nueva senda de consolidación fiscal presentada el viernes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, beneficia sobre todo a la Administración central y a la Seguridad Social, que son los entes que más han visto suavizadas las exigencias de reducción del déficit. Sin embargo, ello eleva la responsabilidad de las comunidades autónomas en el ajuste. El objetivo de déficit para la Administración central ha pasado del 3,2% al 4% del PIB. En números absolutos, ello implica que el esfuerzo presupuestario se reduce de 20.391 millones a 11.804 millones, un 42% menos. En cambio, Hacienda solo ha flexibilizado en dos décimas el umbral máximo de déficit autonómico para este año, del 1,3% al 1,5% del PIB. El ajuste exigido a las regiones -cuyos números rojos alcanzaron el 2,94% en 2011- pasa de 20.587 millones a 18.440 millones, un 10% menos.

Las comunidades autónomas tienen ante sí la responsabilidad de acometer el 63% del ajuste de 29.088 millones que deberá realizar el conjunto el sector público este año. La experiencia reciente indica que supone un reto difícil, ya que nunca las regiones -y menos en situaciones de crisis- han logrado una rebaja tan drástica de los números rojos. De hecho, pese a todos los recortes anunciados el año anterior, las comunidades cerraron el año con un déficit igual al registrado en 2011.

La alta probabilidad de fracaso en las comunidades contrasta con la senda de reducción del déficit relativamente accesible que se ha autoimpuesto la Administración central. Las medidas ya aprobadas en diciembre -un acuerdo de no disponibilidad de 9.000 millones de euros y la subida del IRPF- resultan suficientes para cumplir el objetivo de déficit del 4% para el Estado central. Así, al Ejecutivo le ha bastado fijar el límite de techo de gasto financiero para este año en 118.565 millones, un 4,7% menos que en 2012. Esta cifra solo supera en nueve décimas el umbral que había previsto el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también para este ejercicio. Sin embargo, la diferencia es que el Ejecutivo socialista creía que el déficit sería del 6% en 2011 y el Gobierno de Rajoy ya sabe que los números rojos alcanzaron el 8,5%, un desvío del que las comunidades son las principales responsables. Si se descuentan los gastos obligatorios (pensiones, aportaciones a la UE o pago de intereses), los Presupuestos del Estado para este año que se presentarán el 30 marzo contemplarán una reducción del 12,5% de las partidas para los ministerios. Pasarán de disponer de 66.249 millones a 57.978 millones. Ello supone 8.271 millones menos, una cifra que es incluso inferior al acuerdo de no disponibilidad aprobado en diciembre.

No a una subida de impuestos

Los nuevos objetivos de austeridad también suponen un respiro para los responsables de la Seguridad Social, que deberán cerrar el año en equilibrio en lugar del superávit del 0,4% que exigía la anterior senda de consolidación fiscal. Así, la Seguridad Social, que registró un déficit del 0,09% en 2011, apenas deberá recortar 995 millones frente a los 4.294 previstos hasta ahora. En cualquier caso, supone un objetivo complicado en la medida en que el incremento del paro reducirá los ingresos de la Seguridad Social. En cualquier caso, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro descartó un aumento de las cuotas sociales o una nueva subida de impuestos.

Las cifras

4,7% es el descenso del techo de gasto para 2012, fijado en 118.564 millones.119.233 millones prevé recaudar la Administración central este año. La cifra, que incluye la subida del IRPF, es similar a la obtenida en 2011.

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