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Análisis

No ha concluido el ajuste del empleo

La evolución de la afiliación a la Seguridad Social en febrero, así como la de los demandantes de empleo, revelan que no ha concluido el ajuste estructural del empleo iniciado hace ya cuatro años, y confirma algo que ya sabemos todos, que la gravedad de la crisis es de dimensiones desconocidas. No hay ni un solo dato que proporcione oxígeno y permita constatar que hemos llegado a la inflexión de las variables de empleo.

Los datos nominales son muy negativos, tanto en afiliación como en demandantes, y solo ligeramente aliviados de forma desestacionalizada en el caso de los demandantes. El avance es de 62.858 personas, casi la mitad del avance nominal, mientras que el número de afiliados con empleo desciende de forma filtrada en 77.189, bastante más que de forma nominal, y lo hace sobre todo entre los asalariados.

Pero las actividades en las que mayor ajuste de empleo se produce en febrero son también las que mayor descenso registran en tasa interanual, con movimientos superiores a la media en casi todos los casos. La afiliación total desciende aún a tasas del 2,59%, similar a la de hace dos años, y sin duda la más alta de los últimos 24 meses, y coherente con un escenario muy recesivo. El deterioro del mercado de trabajo ha sido muy acentuado desde mayo de 2011, cuando el descenso era de solo un 0,9%, y parecía agotarse lentamente.

Ese deterioro del número de cotizantes con empleo presiona, además, sobre la estabilidad financiera del sistema de pensiones. Ya en febrero la relación de cotizantes con empleo sobre pensionistas está por debajo de 2,1, pues no deja de crecer, aunque moderadamente, el número de pensionistas, y de decrecer el de cotizantes con empleo. Incluso la ratio total de cotizantes (incluidos por parados con prestación) sobre pensionistas sigue descendiendo, y está ya en 2,44.

En febrero las tasas de descenso de ocupados más vigorosas siguen en la industria manufacturera, con una caída del 4,67% interanual, la construcción (20,6%), el comercio minorista (1,95%), las actividades financieras (3,81%) o la administración pública (3,65%). En todos esos sectores se concentrará todavía el ajuste de empleo en los próximos meses, a juzgar por la evolución estimada de la actividad económica.

En el sector financiero se estima que el ajuste de empleo puede restar un 20% adicional de ocupados, fundamentalmente en el entorno de las cajas de ahorros, aunque una buena parte del ajuste se solvente con prejubilaciones. En las administraciones públicas los recortes de gastos terminarán reduciendo las plantillas, sobre todo las de carácter temporal, que en España supera las 600.000 personas. Y en el comercio minorista, que encadena casi dos años de ajuste ininterrumpido de ventas, proseguirá la pérdida de empleo al menos hasta junio, a juzgar por las encuestas de confianza del sector.

En definitiva, si las cifras de desempleo son dramáticas, parece que lo serán más en el corto plazo, y son la inexcusable justificación de una reforma laboral intensa para generar lo antes posible empleo.

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