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La rentabilidad del bono luso a 10 años se relaja tras rozar el 18%

El mercado pone la lupa en Portugal

Tras el segundo rescate de Grecia, la tormenta en la deuda pública europea se ha calmado. Pero el mercado parece buscar su siguiente víctima entre los países rescatados. Y solo hay otros dos: Portugal e Irlanda. La recuperación de este último avanza con paso firme y su deuda actúa en consecuencia. El rendimiento de su bono a cinco años ronda el 5%, solo ligeramente por encima del 3,7% que paga el español al mismo plazo.

La situación de Portugal es muy distinta. El mercado lo considera el eslabón más débil de la cadena, después de Grecia, y así lo revela su mercado de bonos. A finales de enero, la rentabilidad de su deuda a 10 años rozó el 18%, récord desde la llegada del euro. En las últimas semanas se ha relajado hasta el entorno del 13%, pero las alarmas siguen encendidas.

"En medio de la crisis de deuda de los países periféricos y una vez que Irlanda ha hecho bien las cosas y España ha hecho sus deberes, hay que prestar atención a Portugal y en este país, hay numerosas empresas españolas", explica Gerard Vaqué, responsable de Renta Fija del Centro de Inversiones de Deutsche Bank.

Más de 1.400 empresas españolas de todos los sectores tienen inversiones estables en Portugal y por tanto hay motivos para estar preocupados. Sin embargo, los expertos creen que la situación de Grecia no es tan alarmante como la de Portugal. "Totalmente razonable que haya un segundo paquete de rescate", explica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, que añade que "en cambio no debería haber una reestructuración de la deuda como la de Grecia".

Los sectores afectados son varios. En el de las energías renovables, Acciona ha hecho una importante apuesta por Portugal al poner en marcha en Amareleja (Portugal) ) la mayor planta fotovoltaica del mundo. Igualmente, fue el país elegido por Amancio Ortega, fundador del grupo Inditex, para abrir su primera tienda en el exterior en el año 1988. Desde entonces, su expansión en el país ha sido constante. Así, a comienzos de año, el grupo textil anunció la compra de la red de las 45 tiendas de Massimo Dutti que operaban hasta ahora en régimen de franquicia en Portugal. Otra compañía gallega, Pescanova, inauguró en junio de 2009 la mayor fábrica del mundo para la producción de rodaballo en la zona portuguesa de Mira. Las instalaciones, de 820.000 metros cuadrados y de 1490 millones de euros de coste, generan 800 empleos. Por su parte, Endesa, cotizada en la Bolsa española aunque ahora en manos italianas, es el segundo operador en el mercado eléctrico portugués.

La presencia en Portugal de la banca española es importante, desde hace varios años, cuando comenzaron su expansión en el país. En noviembre de 1999, Santander adquirió el Totta & Açores y Crédito Predial Portugués. BBVA compró en octubre de 2000 la filial lusa de Crédit Lyonnais; Popular adquirió en 2003 el Banco Nacional de Crédito (BNC). Sin embargo, entre las entidades cotizadas, el peso de la deuda pública lusa y los créditos a las administraciones públicas del país es muy limitado. Tienen unos 3.500 millones, según los últimos datos publicados por la Autoridad Bancaria Europea.

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