"El mercado creerá en España cuando crezca más del 1%"
El economista jefe para Europa del Banco Mundial aplaude la reforma laboral del Gobierno, que "va en la dirección correcta", y se muestra seguro de que la economía mejorará: "Todo lo que necesita el país son dos trimestres con un crecimiento mayor del 1%. En cuanto lo consiga, los mercados apoyarán a España".
Indermit S. Gill (India, 1961), economista jefe para Europa y Asia Central del Banco Mundial, sigue la liga española desde Washington. Motivos familiares: sus dos hijos gemelos de trece años están enfrentados. Uno es seguidor del Barça; el otro, del Madrid. Y el padre, que trabaja para el organismo de Naciones Unidas encargado de ayudar a los países en desarrollo, no entiende nada. "A veces llamo a mis colegas españoles y les pregunto por qué no son competitivos", cuenta en un hotel en Bruselas, donde acaba de dar una conferencia. "Me dicen que se debe a que a los españoles no les gusta competir. Mi respuesta es siempre la misma: ¿cómo dices eso? Miren su fútbol: son los mejores".
¿Y qué le dicen?
Que es, cuanto menos, curioso. Hay mucho trabajo por hacer. España acabará integrándose por completo en la Unión Europea. Su economía estará dominada por los servicios. Si miras la diferencia de productividad entre Europa y Estados Unidos, te das cuenta de que la mayor diferencia está en ese sector. Gran parte de la revolución tecnológica del país norteamericano se debe a la contribución de los jóvenes. Son ellos quienes dominan las nuevas tecnologías. Si se quedan fuera, como ocurre ahora en España, acabas siendo poco competitivo.
¿Qué le parece la nueva reforma laboral que abarata y facilita el despido?
Lo que ha propuesto el nuevo Gobierno de Rajoy va en la dirección correcta. España no necesita demasiado para hacerlo bien. Muchas veces, cuando hacemos presentaciones, metemos a Grecia y España en el mismo saco de forma equivocada. España no lo ha hecho tan mal en los últimos años en cuanto a deuda pública. Era la regulación laboral lo que fallaba.
¿Será suficiente con su reforma?
Es solo un primer paso, pero dará resultados. Si el resto de la economía global mejora, estos cambios normativos darán resultados rápidamente. Cuando adoptas una moneda común, careces de autonomía monetaria y estás obligado a ser flexible. Hay quien dice que el problema real de España es la pérdida de su propia moneda, que con su divisa podría actuar como Reino Unido. No estoy nada de acuerdo. Es todo más sencillo. Si tienes dinero, ¿dónde lo inviertes? ¿En España o en Reino Unido? Los empresarios se fijan en el clima de inversión de cada país. El de Reino Unido es de los mejores del mundo. El de España, sin ser de los peores, es de los más flojos en Europa. El empresario calcula el coste de hacer negocios, estudia la regulación, y, si no le gusta lo que ve, envía su dinero a otros países.
Es una cuestión de confianza.
Exacto! Fíjese en los países nórdicos: el peor de ellos está en el puesto número 14 de los mejores lugares para invertir. El resto, entre los 10 primeros. ¿Por qué España está en la posición 41? Es una cuestión política y de consenso social. El futuro de los jóvenes depende de ello.
¿Le preocupa España?
Mucho menos que antes. Intento ser optimista. Mejoró muchísimo en los primeros años de este siglo. La economía creció y el desempleo cayó. No veo motivos para que no vuelva a pasar.
Ese crecimiento se sustentó en la construcción, burbuja que ya ha explotado -se calcula que el 70% de los 2,7 millones de empleos perdidos en la crisis corresponden a ese sector-.
Pero les queda el sector servicios. Hay miles de alternativas. España, con un producto interior bruto de 1,5 billones de dólares (alrededor de un billón de euros), tiene acceso a un mercado de unos 15 billones de dólares. Muchos países occidentales han dirigido sus inversiones a países del Este o en crecimiento. Capten esas inversiones. Los mercados y las instituciones europeas apoyarán a España en cuanto su economía crezca. Todo lo que necesita son dos trimestres consecutivos con un crecimiento mayor del 1%.
¿No es perjudicial un exceso de dependencia de algo tan abstracto como los mercados?
Fuerzan a España a tomar determinadas decisiones porque el país quiere su dinero. No se les puede culpar. Siempre vuelvo al fútbol: si juegas bien, no dependes de nadie. Te basta con ganar tus partidos, como hace la selección. España tiene muchas cualidades para triunfar y recuperar el control de su futuro.
"Jóvenes, ¡emigrad e id a por los mejores empleos!"
Con un desempleo juvenil que roza el 50%, cada vez más españoles deciden marcharse.Es tiempo para irse. ¡Emigrad! ¿Por qué no? Salid e id a por los mejores trabajos de Europa. Aprovechad el derecho a la libre circulación en los países miembros de la Unión Europea. En cuanto la economía española se recupere, podrán volver y tal vez lo hagan más preparados.¿No es una contradicción? Hablamos de la generación española con más formación.La economía cambia muy rápido. Sean valientes.El desencanto de esos jóvenes aumenta. La primavera de 2011 fue de protestas. Ocuparon las plazas, se organizaron en asambleas y pidieron un mundo mejor. Los indignados, decía la prensa.Entiendo y me parece justificada toda esa frustración. Tengo la sensación de que ese tipo de movilizaciones han forzado al nuevo Gobierno a tomar decisiones rápidas para mejorar los datos de empleo. Las protestas fuerzan a las autoridades a actuar.Explíquese.Lo que quiero decir es que la democracia española funciona bien. Las voces de la gente se escuchan. Ese tipo de protestas obligan a los Gobiernos a actuar. Ya lo han visto con su nuevo Ejecutivo, que ha presentado una reforma laboral. Lo único que quieren los mercados y las instituciones es tener evidencias de que España va a empezar a crecer inmediatamente.