El Mobile World Congress da paso a Barcelona como capital del móvil
La próxima semana Barcelona dirá adiós a su primera etapa del Mobile World Congress e iniciará una segunda etapa no solo como sede del MWC, sino también como "Mobile World Capital" o "Capital mundial del móvil".
Es un adiós y un gran hola a la oportunidad que supone para una ciudad convertirse en lugar de referencia de la movilidad a partir del próximo año, ya que no sólo iniciará su segunda etapa como sede del Mobile World Congress, sino también como "Capital mundial del móvil", "Mobile World Capital".
También será el último año que la Fira de Barcelona acogerá el encuentro, ya que el próximo se celebrará en la Fira de Barcelona Gra Vía.
El primer congreso se inició el 11 de febrero de 2006 y llevaba ya el embrión de las modernas comunicaciones móviles de hoy, ya que en él, que entonces se llamaba 3GSM, se empezó a hablar de servicios.
El próximo lunes, 27 de febrero, se inicia el último congreso de esta primera etapa bajo el lema "Redefining Mobile", aunque también podría llamarse el Congreso de la Economía Digital, ya que las operadoras de telecomunicaciones además de encontrase con los fabricantes de redes y de dispositivos, lo hacen con todo el ecosistema que se ha abierto en torno a la movilidad y que tiene mucho de procesos de integración de informática, de aplicaciones y...ahora de comercio electrónico.
El gran ausente volverá a ser Apple, que sólo acude a sus propios eventos, pero también echaremos de menos la macropresentación anual de Samsung, el gran competidor -en el mercado y en los juzgados- de Apple, que sí tendrá presencia en el Congreso.
El acuerdo entre Nokia y Microsoft que sellaron mediáticamente en Barcelona hace un año, se traduce ahora en que Microsoft acude sin estand propio, pero estará representado con Nokia en la zona de aplicaciones.
Microsoft, eso sí, conservará su cuartel general en el hotel Catalonia, a pocos pasos de la feria, y ha querido hacer un guiño a la importancia de la movilidad al escoger Barcelona como lugar en el que lanzará al mundo su futuro sistema operativo Windows 8 en pruebas (Beta), en un acto que podría contar como maestro de ceremonias con su presidente, Steve Ballmer, que no ha faltado en los últimos años a Barcelona.
Google ocupará por segundo año consecutivo un lugar de honor en el pabellón 8, muy cerca de los operadores de telecomunicaciones con los que compite en el mundo de internet.
Telefónica acude al congreso con su nueva estructura con la que quiere potenciar su actividad digital y promete novedades no sólo de innovación como en años anteriores, sino en el área del negocio.
Serán 60.000 profesionales y expertos de 200 países los que se darán cita en este congreso y que ocuparán o visitarán un total de 1.500 casetas, unos de gran color que atraerán noticias sobre el consumo inmediato y otros más técnicos que hablarán del futuro.
Y es que aunque aparezca como una feria del consumidor es uno de los encuentros más importantes del mundo para los operadores y sus socios tecnológicos que les presentan las comunicaciones y desarrollos del futuro.
Pero el gran reto que tiene que afrontar Barcelona este año es compaginar los derechos de los miles de pequeños comerciantes que ven en esta feria la gran oportunidad para paliar la situación económica y la de otros sectores que quieren utilizar la feria como plataforma de sus reivindicaciones.
Una publicidad demasiado cara, ya que las previsiones son que la feria tenga un impacto económico directo en la ciudad de 275 millones de euros.