La cumbre de la eurozona podría no celebrarse por reticencias de Alemania
La cumbre de la eurozona, prevista para el próximo viernes, podría finalmente no celebrarse ante la reticencia de Alemania a reforzar los cortafuegos de la zona del euro, indicaron fuentes diplomáticas.
De no encontrarse un consenso de aquí a la próxima semana sobre el aumento del rescate del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y su sucesor a partir de 2013, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), probablemente no se convocará la cumbre, que aún no ha sido anunciada oficialmente y que se celebraría en los márgenes de la cumbre europea del 1 y 2 de marzo, señalaron las mismas fuentes.
De esta manera, la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE no está amenazada, destacaron.
La eurozona decidió en la cumbre del 9 de diciembre revisar en la reunión de marzo si el techo global de 500.000 millones de euros fijado para el FEEF y el MEDE es suficiente o debe ser aumentado.
El MEDE será adelantado un año y entrará en vigor en julio, mientras que el FEEF dejará de funcionar a mediados de 2013.
Los dos fondos de rescate funcionarán durante un año en paralelo.
La máxima capacidad de préstamo del MEDE ha sido establecida en 500.000 millones de euros, incluidos los fondos que quedan en el FEEF, de unos 250.000 millones.
La mayoría de los países miembros de la eurozona, al igual que el FMI, EEUU y la Comisión Europea, abogan por un reforzamiento y favorecen la idea de que se combinen las dos capacidades para disponer de 750.000 millones de euros.
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, indicó que "hay un acuerdo general" sobre la ampliación de los fondos de rescate y de su flexibilización, entre los países del euro que analizaron este asunto el lunes en el Eurogrupo.
Pero Alemania se resiste todavía y cada vez se queda más aislada en su negativa a reforzar los cortafuegos de la eurozona, señala hoy el diario alemán Frankfurter Allgemeine, que destaca que incluso Holanda, que normalmente suele seguir la línea marcada por Berlín, ha admitido que solamente la canciller, Angela Merkel, se resiste ya a aumentar los fondos de rescate, pese a haber conseguido con el pacto fiscal una mayor disciplina fiscal.
Pero el Handelsblatt justifica la reticencia alemana, al recordar que el Bundestag (parlamento) aún no ha aprobado el segundo rescate griego -prevé hacerlo el lunes- y ya se está pidiendo más dinero para los cortafuegos, de los que Alemania es el mayor contribuyente.
La esperanza de los países del euro reside ahora en la reunión de este fin de semana en México de los ministros de Finanzas del G-20, donde EE UU, Francia, Italia, e incluso China y Japón, entre otros, que podrían presionar a Berlín para que acepte un refuerzo de los cortafuegos, entre otras cosas como condición previa para aumentar sus préstamos bilaterales al FMI, como pide la eurozona, y para invertir en los fondos de rescate del área de la moneda única.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, instó el jueves de nuevo a la zona euro a reforzar los cortafuegos.
Recalcó que en el último año y medio ha demostrado que este llamamiento ha sido justificado, y reiteró que la Comisión Europea "ve que hay una clara necesidad de reforzar más los cortafuegos europeos, con el fin de equipar a Europa para contener el contagio y calmar las presiones especulativas".