El BCE advierte contra el riesgo de fusionar entidades débiles
El Banco Central Europeo ha hecho público esta tarde su dictamen sobre la reforma financiera aprobada por el Gobierno el pasado 3 de febrero, incluyendo en el mismo un aprobado general al fondo y un suspenso a las formas de Moncloa.
Desde Fráncfort aseguran que no recibieron la solicitud de dictamen hasta el pasado 2 de febrero, el mismo día en que el ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó en rueda de prensa la reforma, y solo uno antes de que el Gobierno aprobase el decreto-ley. Así, el BCE recuerda en el texto "la importancia de ser consultado en una fase apropiada", de modo que su opinión pueda ser tendia en cuenta en la elaboración del proyecto.
Dicho eso, el BCE saluda el grueso de las inciativas que contiene la reforma, aunque realiza algunas advertencias. En cuanto a los incentivos a las fusiones, Fráncfort advierte de los riesgos de que no alcancen la dimensión adecuada: "Las fusiones celebradas solo entre entidades débiles podrían limitar los beneficios generales de la reforma", explica. Fuentes del Ministerio de Economía recuerdan que el decreto excluye esa posibilidad, dado que los proyectos de fusión que se presenten "deberán demostrarse viables" para lograr el visto bueno.
También realiza una farragosa salvedad respecto a la valoración de los activos inmobiliarios, que supone el eje de la reforma. Así, las autoridades de Fráncfort comprenden que "dada la situación del mercado inmobiliario español, caracterizada por una actividad nula o inexistente en algunos segmentos", se aplique el mismo tratamiento para valorar las propiedades inmobiliarias en todo el mercado. Pero reclama que, una vez el sector recupere su actividad normal, "se apliquen valores de mercado para la valoración de activos y garantías inmobiliarios".
El BCE aplaude que la reforma agilice los procedimientos para la aportación de garantías a favor del Banco de España y el conjunto del Eurosistema. A su juicio, la simplificación de procedimientos ampliará la capacidad operativa de las entidades y preservará la protección del Banco de España y el propio Eurosistema frente a las pérdidas potenciales de sus operaciones de crédito.