Más presencia internacional en la cita clave del arte moderno
La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco) arranca hoy en Ifema, en Madrid, con un aumento en la concurrencia de artistas y galerías extranjeras: más de la mitad de las 215 galerías que expondrán son de fuera de España. La presencia de las comunidades autónomas, por contra, decrece como consecuencia de los recortes en gastos en representación institucional.
El director de Arco, Carlos Urroz, ya avanzó la semana pasada, durante la presentación oficial del certamen, que este año se había puesto especial énfasis en captar talentos extranjeros. "Traemos mucha gente de fuera para compensar las posibles carencias del mercado interior", recalcó. A juzgar por la cifras, dichos esfuerzos han dado sus frutos: de las 215 galerías con expositor, 119 serán de fuera de España. Y 14 pertenecen a Holanda, el país invitado en esta edición de la feria. La cita española de referencia del arte contemporáneo reunirá desde hoy, y hasta el domingo, las obras de más de 3.000 artistas.
La buena respuesta dada de puertas afuera contrasta con la ausencia este año de presencia institucional: comunidades autónomas y organismos oficiales ya no tendrán estand en la feria. Una decisión celebrada por el presidente de Ifema, Luis Eduardo Cortés, por considerarla "normal" y "correcta" en el contexto de la crisis económica.
Volviendo a las incorporaciones de galerías extranjeras, regresan este año Carlier Gebauer, Esther Schipper y Mehdi Chouakri, de Alemania; Micheline Szwajcer, de Bélgica; Chantal Crousel, de Francia, o la danesa Andersen's. Esto resalta, según los responsables de la organización del certamen, "la buena salud" de la feria.
Además de la mayor presencia internacional de artistas respecto a otros años, la 31 edición de Arco trae consigo otra importante novedad: cada galería estará dedicada a un solo artista, o al menos deberán destacar las obras de uno de ellos sobre las del resto. La intención de los organizadores es la de acabar de una vez por todas con el elitismo de Arco, en el que suelen predominar los espacios ocupados por los grandes nombres consagrados.
Urroz ha puesto en marcha más iniciativas para potenciar la presencia de firmas desconocidas. Así, Arco presenta por segundo año consecutivo Opening-Jóvenes Galerías Europeas, un programa dedicado a mostrar y apoyar jóvenes proyectos galerísticos del Viejo Continente. Manuel Segade, comisario y crítico de arte, ha sido el responsable de la selección de 25 galerías de 10 países diferentes que mostrarán una panorámica de la creación más joven de Europa.
Según la organización, tanto las cifras de ocupación como el nivel de los participantes y el número de coleccionistas que acudirán al evento auguran una mejora de las cifras obtenidas el año pasado.
Una de las normas no escritas de las ferias celebradas en Ifema es el desarrollo de actividades paralelas que complementan la oferta del certamen. Una muy buena oportunidad para que los profesionales del sector hagan contactos. Entre los eventos que rodean a Arco se cuentan el I Encuentro de Museos de Europa y Latinoamérica, dirigido a conservadores de salas, o el Foro Coleccionismo. Asimismo, este año se celebrará After Arco, una iniciativa que proyectará la feria en la ciudad a través de conciertos y exposiciones.
2011, un antes y un después en la historia de las galerías
Cuesta trabajo encontrar sectores en crecimiento en la actual coyuntura internacional. El del arte es, gracias a la pujanza de los países emergentes, uno de ellos. 2011 fue un año de récord para las galerías. Según la consultora Artprice, las ventas en todo el mundo alcanzaron los 8.000 millones de euros, casi un 10% más que en el año anterior.La asesora de arte Elisa Hernando explicó el mes pasado en una mesa redonda sobre el coleccionismo de arte, organizada por el Instituto de Empresa, que la adquisición de una pieza debe entenderse fundamentalmente como una inversión. Como en todos los negocios, en el del arte el secreto está en comprar barato y vender caro. El problema es identificar las piezas y los momentos claves.En el marco de la misma mesa redonda, la historiadora del arte Julieta Rafecas ahondó en cómo el coleccionismo se convierte en una obsesión para el sujeto y en cómo se gesta una colección de arte. Así, lo que empieza como una afición puede acabar desembocando en todo un museo o, en algunos casos, en una marca, como ha sucedido en el caso de los Guggenheim.Como en tantos otros sectores, el futuro del arte parece en manos de las economías emergentes, concretamente en China. Según un reciente informe de Deloitte, solo el 2% de la población de dicho país compra arte. Eso sí: su peso en el total mundial alcanzó el 23% en 2010.