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El mercado potencial

El volumen real de ventas que absorbería España se estima en 1,2 millones de vehículos por año.

A la burbuja inmobiliaria siguió la del automóvil y ¿ahora qué? ¿Cuál es el mercado potencial de ventas? François Passaga, presidente de la consultora especializada en automoción Gipa, explica por qué en España se ha pasado de vender 1,6 millones de coches en 2007, en plena euforia económica, a los apenas 808.000 del pasado año. Un cifra dramática que además de trasladar el mercado del automóvil a la España de hace 20 años, plantea nuevos retos a un sector que ha demostrado estar fuertemente influido por la situación económica del momento.

Pero ¿cuántos coches realmente deberían venderse en España? O lo que es lo mismo, ¿cuántos vehículos absorbería el mercado español? No hay divergencias. Según estiman las fuentes consultadas, alrededor de 1,2 millones sería la cifra de ventas idónea, realista, teniendo en cuenta variables como la renta per cápita, los hábitos de uso de los conductores o las diferencias geográficas. Fenómenos como la inmigración, que ha tirado fuertemente de la demanda durante esos años, la euforia colectiva de la falsa riqueza así como la facilidad de los conductores para conseguir créditos han sido algunos de los causantes de esta burbuja, que llegó a niveles de ventas "irrepetibles en muchos años", asegura Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la Asociación de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam. La pérdida de 40.000 empleos, sobre todo en los concesionarios más pequeños, es una de las consecuencias de este crash.

Pero alcanzar ese ansiado mercado equilibrado, tras el espejismo producido por la burbuja, que permitió vender unos 400.000 vehículos de más en el momento más álgido, no va a ser coser y cantar. En España "cada vez existen menos personas que disponen de un presupuesto para mantener un coche debido a la alta tasa de desempleo", afirma Passaga.

Solo la recuperación del empleo, acompañado de otras medidas, como la puesta en marcha de un plan que incentive la adquisición de coches (similar al 2000E), la supresión del impuesto de matriculación o rebajar el IVA en la compra, como apunta Sánchez Torres, ayudaría a corregir la tendencia actual, donde "el número de coches nuevos vendidos es similar a los vehículos que van al desguace", asevera Passaga. Algo que indica que los españoles aguantan más con el automóvil viejo.

De hecho, aunque la burbuja ha afectado a todos los canales de compra, las ventas a particulares han sido las que más se han resentido por el pinchazo, que han pasado de representar el 58% de las matriculaciones al 48% en 2011. A juicio de Gerardo Cabañas, director general del portal AutoScout24, una de las causas de este descenso ha sido la escasez de financiación (además de la crisis), pero una de las consecuencias ha sido la activación del mercado de segunda mano. Entre particulares, porque muchos no han podido hacer frente al pago de las letras y se ven obligados a vender el coche. Y en los concesionarios, porque, viendo cómo han caído las ventas de coches nuevos, han empezado a hacer inversiones en instalaciones, personal y estándares de calidad para cubrir este nicho de negocio, según cuenta Cabañas. Algo lógico, teniendo en cuenta que, en 2011, de cada tres coches que se compraron en España dos de ellos eran usados.

Pero, ¿cuántos coches de segunda mano puede absorber el mercado español? Cabañas ha estimado la venta equilibrada de vehículos de ocasión en los 3,1 millones de unidades al año, un 80% más de los que se venden actualmente.

El vehículo de empresa es otro de los segmentos que se ha resentido por el pinchazo de la burbuja, pero menos que el de particulares ya que, aunque en menor medida, la actividad empresarial continúa. Alejandro Madrigal, director del Observatorio del Vehículo de Empresa, de Arval, comenta que, "en 2007, detrás de la compra de 450.000 coches había una empresa o un CIF". En estos momentos, esa cifra no pasa de los 320.000 coches. Un número que, no obstante, tampoco se aleja mucho del mercado natural que ha estimado Madrigal para los próximos cinco años, en torno a los 350.000 vehículos.

Eso sí, ahora la inversión media de las empresas ha caído. Salvando el segmento del superlujo y de los coches más pequeños, modelos como las berlinas medias son las que más han sufrido la caídas, entre otras cosas porque son las más utilizadas en actividades empresariales como la representación o la incentivación de profesionales. En cuanto al eléctrico, cabe destacar que el grueso de las ventas (370 unidades) ha tenido como destino las empresas.

En cuanto a los vehículos diésel, que actualmente siguen representando el 70% del total de las ventas, la previsión es que su mercado natural se sitúe en el 50% de ese total, fijado en los 1,2 millones de coches.

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