La familia Monje negocia la venta del 40% de Essentium a fondos de inversión
El grupo Essentium, con presencia en obra civil y energía, mantiene conversaciones avanzadas con dos fondos de inversión para venderles en torno a un 40% del capital. La compañía, cuya principal referencia es la constructora Assignia, está controlada al 100% por la familia Monje. Los fondos captados reforzarían su actividad exterior.
Los hermanos Susana y Diego Monje Gutiérrez, segunda generación de los antiguos propietarios de la cementera GLA y actuales dueños de Assignia Infraestructuras (anteriormente Constructora Hispánica), están a punto de dar un golpe de timón en el holding familiar Essentium. Buscan capital para impulsar la expansión internacional de sus negocios y, según fuentes de toda solvencia, negocian la incorporación a su accionariado de dos fondos de inversión.
La intención de los fundadores es mantener la mayoría en el capital, colocando en torno al 40%. En círculos financieros se valora esa participación en unos 350 millones, aunque no hay constancia de tasación oficial alguna. En las conversaciones, ya en estado avanzado, se ha planteado la colocación en Bolsa de Essentium en un plazo de dos años. Un paso con el que se trataría de aportar liquidez a los socios y que está condicionado a la situación del mercado en esos momentos.
El plan estratégico del grupo prima la búsqueda de actividad en el plan de energías renovables de Brasil, donde el grupo ya se hizo en marzo del año pasado con el 50% de la constructora WTorre para entrar en el mercado de la obra civil. La otra clave de futuro para Essentium es la internacionalización de Assignia ante el derrumbe de la obra civil en España. La constructora del grupo facturaba 444 millones en 2008, por los alrededor de 300 millones con que ha cerrado 2011.
Essentium maneja una cifra de negocio en la actualidad de 400 millones y tiene otros 900 millones de euros en cartera, de la que el 60% corresponde a contratos firmados fuera de España (el grupo está en 25 países). El momento económico actual juega en contra de cualquier tasación del grupo. Sin embargo, la posición de control de la familia Monje y el difícil acceso a la financiación bancaria ha hecho aconsejable la entrada de nuevos inversores y el reparto con ellos del esfuerzo inversor.
Del cemento a las infraestructuras
Essentium, fundada en 1975, nació y ha ido creciendo en torno a la producción y venta de materiales de construcción. Creó en 2003 el grupo GLA, integrando distintas empresas propias y con especial peso en la actividad cementera. En 2006 dio entrada en GLA al gigante egipcio Orascom con el fin de crecer en otras actividades. Dentro de esta estrategia terminó colocando el 50% que mantenía en GLA al grupo galo Lafarge en 2008.
Con clara vocación de diversificar su negocio hacia la obra civil, energía y el tratamiento del agua, Essentium sorprendió al mercado en 2009 con la adquisición del 100% de la firma de obra civil Constructora Hispánica. Se trataba de una de las constructoras inmersas en el caso Gürtel, pero los Monje vieron en ella una oportunidad. Susana Monje, presidenta de Essentium, cambió la cúpula directiva y relanzó la compañía bajo el nombre de Assignia Infraestructuras.
Entre sus obras y concesiones se encuentran desde la señalización del aeropuerto de El Prat, un tramo del AVE a Galicia o la ampliación del Hospital Costa del Sol (Marbella), hasta proyectos en el metro de Caracas, un hospital en México y una presa en Turquía.
La tesorera del Barça
Licenciada en Administración de Empresas y diplomada en Empresariales por la Universidad de Barcelona, Susana Monje (Oviedo, 1972) conduce los negocios de Essentium y se ha puesto al frente de la constructora Assignia.
Su gran salto a los medios se produce en 2010. Entra con Sandro Rosell en la directiva del FC Barcelona, donde se convierte en la primera mujer al frente de la tesorería del club.
Apuesta por el mercado brasileño de renovables
Essentium cuenta con presencia en sectores tan variopintos como el del cemento, la salud, los transportes, la tecnología, el inmobiliario o la construcción, entre otros. Pero donde tiene mayores expectativas de crecimiento es en el negocio relacionado con las energías renovables.Essentium invierte en solar fotovoltaica con el fondo británico Bluefield, con el que tiene un plan para invertir hasta 200 millones de euros. Cuenta con siete plantas hidráulicas en Turquía.El mercado brasileño, ante la cercanía del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, es un destino prioritario para la compañía española, tanto en el entorno de las renovables como en obra civil.Distintas fuentes comentan que Essentium suele saber dónde invertir y cuándo abandonar un negocio. Su trayectoria así lo confirma. El grupo redujo drásticamente su presencia en el cemento español, duramente afectado por la caída del sector de la construcción, poco tiempo antes de la crisis. Sin embargo ha aprovechado su experiencia en el campo de los materiales de construcción para asentarse en Marruecos o en Turquía, donde encuentra sinergias con su área energética. Essentium también ha tenido contacto con el sector inmobiliario, pero sin llegar a contagiar sus cuentas con el pinchazo de la burbuja.El control de la deuda es una de las señas de identidad de la compañía. Al cierre de 2010, últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil, la firma presentaba 35 millones de deuda con vencimiento a largo plazo y 12 millones firmados a corto. La estrechez de crédito y una situación de holgado control, aconseja ahora abrir el accionariado a la incorporación de nuevos socios.