La guerra de precios dispara la infidelidad en telefonía móvil
La lucha en telefonía móvil ya no está en captar clientes nuevos, sino en robárselos al contrario.
Las cifras de la telefonía móvil hablan a las claras de un mercado en plena ebullición. Más de 56 millones de líneas (basta recordar que la población española está en 46,1 millones de habitantes para hacerse una idea) y que siguen creciendo a ritmo más que saludable: fueron millón y medio los clientes que se sumaron a la comunicación sin hilos en 2011.
Pero la realidad es que la parte más dinámica del mercado del móvil está donde no se ve: en el interior. Son los movimientos de clientes entre operadores los que están condicionando la evolución y donde todas las compañías tienen puesta su vista.
Hace tiempo que ya no se trata tanto de ganar un cliente nuevo, sino de arrebatárselo al de enfrente, de robarlo a la competencia. De ahí las subvenciones de los móviles de última generación y las promociones con facturas a precio de saldo a cambio de un compromiso de permanencia.
¿La muerte del sistema? Puede ser. Las grandes operadoras (Movistar, Vodafone y Orange) han comenzado a renegar de esta forma de competencia, por los gastos disparados que genera y la dificultad para rentabilizar a los clientes.
Pero las cifras están ahí. Cada año que pasa la infidelidad en telefonía móvil es más intensa. Es lo que dicen los números de la portabilidad, que cifra los clientes que se cambian de operador llevándose su número debajo del brazo. En 2006 fueron cuatro millones de usuarios los que utilizaron esta modalidad. A partir de ahí e impulsado por la crisis, la cuenta fue creciendo (salvo el bache de 2008), hasta llegar a 4,8 millones en 2010. Se pensaba que esta cota era difícil de superar, pero 2011 lo ha hecho. Con los datos recién publicados de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el año pasado fueron casi 5,6 millones de clientes los que cambiaron de operador.
La guerra de precios desatada entre Movistar, Vodafone y Orange, por un lado, contra Yoigo y los operadores móviles virtuales, por el otro, ha sido clave en esta tendencia. También la crisis ha seguido pesando, con los clientes deseando reducir su gasto mensual en telefonía.
Yoigo y los virtuales (Pepephone, Másmovil, Jazztel Móvil...) han sido los grandes ganadores de la batalla, con saldos positivos en esta lucha, aunque tampoco le ha ido mal a Orange. ¿Los peor parados? Movistar y Vodafone.