Glencore y Xstrata crean un gigante de 70.000 millones
Glencore y Xstrata han confirmado esta mañana sus planes de fusión, lo que creará un gigante industrial valorado en 70.000 millones de euros, con presencia en 33 países y 130.000 trabajadores.
Movimiento de primer orden en el negocio de las materias primas. Los responsables de Glencore y Xstrata han cerrado esta mañana un acuerdo para fusionar las dos empresas y crear un gigante industrial con una capitalización bursátil que rondará los 58.000 millones de libras (70.000 millones de euros).
Para ello, Glencore comprará el 65,6% de Xstrata que no controla por unos 26.100 millones der libras (31.420 millones de euros), en lo que supone una prima del 15,2% respecto a lo que valían las acciones del grupo minero antes de que trascendieran las conversaciones entre los dos grupos, la semana pasada. El sobreprecio asciende al 27,9% si se toma como referencia la cotización media de la compañía en los últimos tres meses.
La transacción se hará efectiva mediante la emisión de nuevas acciones por parte de Glencore. El valor total que el acuerdo otorga a la minera se aproxima a los 39.100 millones de libras (47.065 millones de euros). La prima media que se pagó en las operaciones de compra y fusión del sector minero en 2011 fue del 23%.
"La fusión entre Glencore y Xstrata ofrece una oportunidad única para crear un nuevo modelo de negocio en nuestra industria, para responder a un entorno cambiante. Es el siguiente paso lógico para dos negocios complementarios ", ha señalado el consejero delegado de Xstrata, Mick Davis. La operación generará unas sinergias de 300 millones de libras (360 millones de euros) desde el primer año.
Davis se convertirá en el consejero delegado de la nueva Glencore Xstrata International, con el hombre fuerte de Glencore, Iván Glasenberg, como co-consejero delegado. El actual presidente de Xstrata, John Bond, se mantendrá como presidente del nuevo conglomerado. El consejo de administración del grupo fusionado contará con cuatro vocales por cada compañía. Los actuales accionistas de Xstrata (excluido Glencore) controlarán un 45% del conglomerado.
La nueva empresa será un gigante industrial con un importante vector minero (Xstrata es el cuarto productor mundial) y una potente red de distribución y comercialización de materias primas (Glencore es el líder en el trading de este tipo de productos).
Las cifras del nuevo grupo
Con los datos de 2011, el grupo hubiera tenido una facturación conjunta cercana a los 159.215 millones de euros y un resultado ajustado de unos 12.340 millones.
La compañía tendrá operaciones y proyectos en 33 países, con 101 minas y más de 50 instalaciones siderúrgicas. Su red de oficinas se extenderá por 40 países y su plantilla incluirá a unas 133.000 personas. Será el primer productor mundial de zinc y exportador de carbón y espera convertirse en el mayor productor independiente decobre en cuatro años.
Xstrata ha experimentado un espectacular crecimiento en los últimos años gracias a una agresiva política de compras. Sin embargo, sus planes actuales están más enfocados al crecimiento orgánico con el objetivo de incrementar la producción un 50% para 2014. Su cartera de proyectos para los próximos dos años cuenta con un presupuesto de 19.500 millones de dólares (14.830 millones de euros).
Glencore, por su parte, mantiene una posición dominante en sectores estratégicos de la economía mundial, como productor y, sobre todo, comercializador en la minería (metales, minerales y similares), la agricultura (semillas y cereales) y el sector de la energía (petróleo y carbón). En casos como el cobalto, el ferrocromo o el níquel, el grupo tiene una cuota en el mercado mundial superior al 15%.
La operación de fusión también tendrá sus implicaciones en España. La más evidente, las posibles repercusiones para el futuro de Asturiana de Zinc (Azsa), empresa controlada por Xstrata.
Pero además, contará con la intervención de un español, Daniel Maté, responsable de los negocios de zinc, cobre y plomo de Glencore. El directivo, que fue consejero de Azsa hace una década, es el segundo accionista del grupo suizo, con un 6,01% de su capital social.