Las cajas con ayuda pública disponen de 9.000 millones en cartera industrial
Las cajas de ahorros que han recibido ayudas del Estado, bien a través de préstamos o con la inyección directa de fondos, cuentan con un colchón de 9.024 millones de euros procedente de su cartera de participadas cotizadas. Su venta, según los expertos, será una de las vías utilizadas para reforzar su capital.
Ha sido uno de los tesoros más preciados para las cajas de ahorros españolas desde que en la década de los años noventa estas entidades tomaran el relevo a los bancos y entraran de lleno en el capital de las compañías más punteras. Ahora la necesidad de reforzar su capital para cumplir el próximo verano con los criterios establecidos por la Autoridad Europea Bancaria (un core Tier 1 del 9%) y la exigencia del nuevo Ejecutivo de incrementar en unos 50.000 millones de euros su volumen de provisiones para sanear los activos inmobiliarios en sus balances han llevado a las entidades a incluir dentro de su hoja de ruta la venta de sus participaciones, sobre todo de aquellas consideradas no estratégicas.
A ello se suma que la oleada de fusiones vivida en los últimos meses por las entidades de ahorro -han pasado de 45 a 15 y en este semestre se espera una nueva ronda- han provocado que en las alianzas resultantes se produzcan solapamientos en este sentido.
En total, las diez cajas de ahorros que han recibido ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria bien a través de préstamos o con la inyección directa de dinero público cuentan con una cartera de participadas con un valor a precios de mercado de ayer de 9.024,28 millones de euros. Un remanente que, según los expertos, será utilizado para sanear sus cuentas y reforzar sus ratios de capital.
Bankia tiene 3.940 millones, el mayor colchón de las que han recibido ayudas
Algunas de las cajas, de hecho, ya han comenzado este proceso -Novagalicia se desprendió el pasado año del 25% de Pescanova-, si bien deshacerse de su cartera industrial se ha visto obstaculizado durante esta crisis por las turbulencias en los mercados y la brusca caída de las cotizaciones, lo que ha reducido notablemente las plusvalías que habían acumulado en estas inversiones años atrás.
Bankia ostenta la cartera más abultada, con inversiones en cotizadas valoradas en 3.940 millones de euros, entre las que destacan el 5,41% de Iberdrola o el 14,96% de Mapfre, según los últimos datos facilitados por la entidad el pasado mes de junio. Aunque no figura dentro del grupo de cajas que han recibido ayudas y no tiene presiones para captar capital (su core Tier 1 es del 12,5%, según Basilea II)) a no ser que acometa una gran operación de compra, CaixaBank atesora la mayor cartera: sus participaciones del 5,4% en Telefónica y del 12,8% en Repsol tienen un valor que ronda los 7.000 millones de euros.
En el caso de Kutxabank, resultado de la fusión de las tres cajas vascas, sus participaciones en cotizadas rozan los 2.400 millones de euros, si bien su cartera total asciende, según su presidente, Mario Fernández, a alrededor de 4.000 millones. De hecho, el banco también ha colgado el cartel de venta a alguna de sus participadas no cotizadas como la operadora de cable Euskatel, donde Kutxabank controla un 68%.
Bancos
Las ventas de activos no son terreno exclusivo de las cajas en estos momentos y los bancos también han comenzado a buscar ingresos por esta vía. Es el caso de Banco Santander, que recientemente ha reducido su peso en sus filiales colombiana y chilena.