Con el mercado cerrado, a por los minoristas
Tras el parón sufrido a mitad de 2011, se espera la vuelta de todos los emisores a la actividad
Ha sido un año lleno de contrastes, con unos primeros meses de actividad sin pausa seguidos de una gran atonía que todavía tiene medio dormidos a parte de los implicados. "En el primer semestre estuvo el mercado abierto con todos los emisores, empresas, entidades financieras y sector público, en activo, pero según finalizaba el semestre se cerró a cal y canto, principalmente para bancos y cajas y solo el sector público ha podido emitir, pero teniendo que pagar diferenciales muy altos", resume Pablo Lladó, director de mercado de capitales de Crédit Agricole. De hecho, según cálculos de Société Générale, el volumen de colocaciones de los financieros a lo largo de 2011 ha caído aproximadamente un 40% respecto a 2010.
En emisores corporativos "destacaríamos la colocación de bonos en dólares de Telefónica por importe de 2.750 millones, en febrero de 2011, y el lanzamiento de bonos, también en dólares, de Iberdrola por importe de 600 millones", comentan en Goldman Sachs.
Pero para los expertos de La Caixa, "el cambio fundamental respecto al 2010 ha sido la apelación constante a la base inversora minorista doméstica. La situación de los mercados, junto con los cambios en la regulación, ha motivado a muchos colocadores de todos los sectores a acudir más a este segmento inversor. Así, hemos visto un incremento muy significativo en emisión minorista por parte de las comunidades autónomas y entidades financieras".
Si hablamos de la activad en general, "hemos asistido a un año relativamente ligero de nuevos lanzamientos, con un 8% menos de volumen respecto al año 2010. En España, salvo pequeñas excepciones, únicamente los emisores con un nivel de rating muy alto han tenido acceso al mercado siendo los nombres habituales los que han aprovechado las ventanas de oportunidad para financiarse en los mercados de deuda", aclaran desde el Santander.
Ese panorama parece que va a cambiar en 2012, año en el que "esperamos pocas emisiones de bancos y cajas, que las habrá, pero en menor medida porque las entidades se han podido financiar a través del Banco Central Europeo (BCE). En cuanto a las comunidades, con el aval del Estado, veremos 20.000 o 30.000 millones. Seguirán emitiendo el ICO, FADE y FROB. Y el Tesoro, que ha empezado muy fuerte, cumplirá sus expectativas y se espera gran demanda de deuda del Estado español en los primeros meses", adelanta Lladó.
Lo cierto es que, en general, los expertos son optimistas para el próximo año gracias, en buena parte, al positivo efecto que ha tenido la nueva facilidad de liquidez otorgada por el BCE al sector financiero español, "que ha aliviado la presión de altos vencimientos de deuda en un entorno de volatilidad de mercados y reducido la dependencia directa de los emisores respecto a los mercados de capitales", explica el equipo de renta fija de BBVA.
Por sectores, los analistas de Société Générale prevén que en corporates la emisión sea de unos 120.000 millones de euros, un 8% menos con respecto al 2011. Mientras que las entidades financieras se quedarán en los 320.000 millones de euros, un 34% menos con respecto a 2011. En cuanto al sector público, las colocaciones se cifran en 1,2 billones de euros, un 3% más con respecto a 2011.
Si nos centramos en los tipos de instrumentos, en La Caixa creen que "con los inversores en plan conservador, el mercado estará dominado por los bonos soberanos, seguidos de covered bonds, cédulas hipotecarias y emisiones sénior de las empresas. "En cuanto a los lanzamientos avalados habrá que ver la situación de los mercados cuando las entidades estén preparadas para emitir". ¿Cuándo será eso? Cuanto antes, mejor.
A la manera autonómica
"Las comunidades han sido las grandes perjudicadas. Solo Andalucía salió al mercado institucional y alguna otra autonomía como Madrid consiguió financiarse vía privada, pero el resto tuvieron que ir al minorista con lo que eso significa de grandes comisiones y que es financiación a corto plazo", lamenta Pablo Lladó, de Crédit Agricole.Y es que este ha sido el año de los denominados bonos patrióticos, las emisiones autonómicas que han buscado al ahorrador individual para pedirle su confianza a cambio, eso sí, de jugosos cupones a partir del 4% y hasta el 5,5%, y eso a pesar de que la vida de estos instrumentos financieros suele ser a un año y a dos como mucho.Cataluña fue la primera en hacerlo en noviembre de 2010 y a ella le han seguido durante 2011 y sin tanto éxito en las colocaciones otras dos emisiones catalanas, otras tantas valencianas y una murciana.Todo con el objetivo de intentar paliar una necesidad de financiación que hoy nadie discute.No hay que olvidar que solo hasta el tercer trimestre de 2011, último dato publicado, la deuda autonómica sumaba 135.151 millones de euros, es decir, representaba el 12,6% del PIB.
La cifra
8% es la reducción en el volumen de nuevas emisiones experimentada en 2010 respecto a 2011, según cálculos del Santander.