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Back in business plantea fusionar cuatro bodegas del grupo

Los nuevos dueños de Nueva Rumasa despedirán al 54% de las bodegas

Plantean la unión de las bodegas Complejo Bellavista, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia y Teresa Rivero.

Back in Business, la sociedad propietaria del Grupo Nueva Rumasa, plantea en su Plan de Viabilidad el despido del 54% de la plantilla de sus cuatro bodegas del Marco de Jerez, integrada por 146 trabajadores.

El director de la división de Alimentación y Bebidas del Grupo Nuevo Rumasa, Fernando Lavernia, ha explicado hoy en rueda de prensa que el Plan de Sostenibilidad tiene como primer objetivo que la compañía deje de generar deuda, para a continuación equilibrar el balance de gastos e ingresos.

Las medidas se van a empezar a abordar de manera inmediata con reuniones con sindicatos y los trabajadores para que los efectos del ERE resulten "lo menos traumáticos" posibles y siempre partiendo de la premisa de tratar de mantener el "máximo" de puestos de trabajo, según Lavernia.

El citado plan pasa "necesariamente" por la generación de los recursos necesarios para garantizar la cobertura de las deudas adquiridas con anterioridad, así como aquellas que se deriven del procedimiento concursal, las prejubilaciones o el propio ERE.

Lavernia ha defendido la necesidad de agrupar las bodegas Complejo Bellavista, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia y Teresa Rivero en una nueva sociedad, a la que también quedaría adscrita la comercializadora Unión de Grandes Bodegas.

Esta medida permitirá, a juicio de Back in Business, optimizar la productividad en un mínimo de centros de trabajo, toda vez que "las posibilidades de continuidad inmediata de la actividad pasan necesariamente por la adaptación de las estructuras actuales a la realidad del mercado".

Según Lavernia, la situación de las bodegas es "muy desfavorable", ya que el Grupo Nueva Rumasa "acumuló en los últimos años un exceso de capacidad productiva, con una extensa estructura de personal y elevados volúmenes de existencias inmovilizadas".

Esta última circunstancia ha venido generando "una gran tensión comercial para movilizar el stock", que ha llegado a derivar "en contratos de suministros con rentabilidades muy bajas e incluso negativas".

En la actualidad, el Grupo Garvey cuenta con cinco centros bodegueros para crianza y almacenamiento de vinos, brandy y vinagre, con una capacidad de almacenamiento conjunto de 83.000 botas, cuatro plantas de embotellado con un rendimiento agregado de 30.000 botellas a la hora, 300 hectáreas de terreno apto para el viñedo, cuatro almacenes de producto terminado y tres centros de visitas.

La nueva propiedad propone a corto plazo la reducción de la actividad de Valdivia y Teresa Rivero a bodegas de envejecimiento y crianza para suministrar a Complejo Bodeguero y Zoilo Ruiz-Mateos.

En estas dos últimas bodegas se pretenden concentrar además las actividades de embotellado, almacenamiento y distribución del producto terminado, optimizando de esta manera la logística y la estructura productiva necesaria.

Fernando Lavernia ha señalado que con la estructura que se persigue el modelo de negocio sería "perfectamente rentable" de no ser por la situación financiera en la que se encuentran las bodegas.

A este respecto, ha advertido de que las sociedades se encuentran "totalmente descapitalizadas", a lo que se une el hecho de que sus activos "garantizan otras operaciones del Grupo Nueva Rumasa que probablemente generarán nuevos pasivos para las bodegas.

Según las cifras que maneja la nueva propiedad, a fecha del auto de declaración de los concursos de acreedores, las cuatro bodegas y la comercializadora acumulaban saldos deudores por un importe superior a los 92 millones de euros.

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