La economía española se contrajo un 0,3% en el cuarto trimestre
La economía española vuelve a estar en números rojos. El Producto Interior Bruto (PIB) español se contrajo un 0,3% en el cuarto trimestre de 2011 en tasa intertrimestral, según el Banco de España, que señala que en el conjunto del año el PIB creció un 0,7%. Para 2012, estima una caída del 1,5%.
La crisis de deuda soberana ha devuelto a España al terreno negativo en la recta final de 2011. Tras el estancamiento del tercer trimestre, el PIB se contrajo un 0,3% en el cuarto en tasa intertrimestral y creció un 0,3% en términos interanuales, según el informe trimestral que ha presentado anticipadamente el Banco de España, que señala que continúa la debilidad de la demanda nacional y una ralentización de las exportaciones, lo que ha moderado la aportación positiva del sector exterior.
En el conjunto del ejercicio, la economía española experimentó un avance del 0,7%, tras dos años consecutivos de retrocesos. Pero el horizonte no es nada alentador y la sombra de la recesión se alarga. La institución prevé que España registrará una "caída sustancial" del 1,5% en 2012. Esto supone que el PIB volverá a entrar en recesión técnica en el primer trimestre de este año -dos trimestres seguidos de crecimiento negativo-. El nuevo Gobierno ya advirtió que España no levantará cabeza hasta bien entrado 2012, aunque la semana pasada el borrador del FMI rebajó las proyecciones económicas para el país y auguró también un 2013 en negativo. Por su parte, el Banco de España estima una "modesta" recuperación el año que viene, con un crecimiento del 0,2%.
Según el informe del organismo gobernado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, detrás de esta evolución negativa se encuentra una nueva contracción en 2011 de la demanda interna (del 1,3%), "que se explica casi en su totalidad por la contribución negativa de la inversión en construcción y por el retroceso del consumo público".
Las perspectivas de cara a 2012 y 2013 se basan, según señala el Banco de España, en un estricto cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal a los que se ha comprometido el nuevo Gobierno, lo que en su opinión "supone que se adoptarán medidas adicionales a las ya adoptadas", como la subida de impuestos o el duro recorte del gasto público. No obstante, advierte de la elevada incertidumbre y del desconocido alcance que pueden tener las reformas puestas en marcha. En este contexto, prevé un retroceso del consumo de los hogares y caídas de la inversión residencial, aunque más modestas que en los años anteriores.
En cuanto a la demanda externa, espera un debilitamiento del crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios este año, dado el empeoramiento de la situación internacional. Sin embargo, augura que continúe la mejora de la competitividad de la economía española.
El empleo caerá un 3% en 2012
El Banco de España alerta que el deterioro económico tendrá un impacto "apreciable" sobre el empleo, que se reducirá un 3% en 2012 (cerca de 600.000 personas) lo que, a falta de una profunda reforma del mercado de trabajo, aumentará la tasa de paro. En 2011, superará el 21,5% y subirá al 23,4% en 2013 y se quedará en el 23,3% en 2013. Así, no espera la creación de empleo neto hasta la segunda mitad de 2013.
A su juicio, solo las reformas estructurales permitirían una reducción más rápida del desempleo y "crearían condiciones más favorables para el crecimiento económico".
Con respecto a la inflación, prevé que las tensiones inflacionistas sigan disminuyendo en la primera mitad de 2012, siempre y cuando se mantengan los precios del petróleo.
Para el Banco de España, este nuevo empeoramiento de la economía española desde el inicio de la crisis permitirá el ajuste de algunos desequilibrios del pasado, como la necesidad de financiación del Estado, y contribuirá a reducir el déficit desde el 8% estimado en 2011 al 3% en 2013.