Asturias es la región que más recursos destinará a inversión
En un entorno de duros ajustes presupuestarios en todas las comunidades autónomas por su compromiso de regresar cuanto antes a la senda de la estabilidad, destaca el caso de Asturias. El Principado es la región que tiene previsto destinar este año más recursos a inversión en sus Presupuestos Generales con más de 726 millones de euros, lo que representa un 16,7% del total que asciende a 4.348 millones, según fuentes oficiales. Esos 726 millones son el resultado de sumar los gastos de capital correspondientes a los capítulos seis y siete del presupuesto.
Por detrás de Asturias se sitúa Galicia con un porcentaje destinado a inversión del 15,5%, que asciende en términos absolutos a más del doble con 1.531 millones; Cantabria con un 15,4%, con 376 millones; y Andalucía con un 15,2%, con 4.854 millones.
En el lado opuesto, entre las autonomías que menos gastarán en inversión este año destaca el caso de regiones como Madrid con apenas un 4,7% y 1.025 millones de euros presupuestados para el desarrollo de toda clase de infraestructuras y demás equipamientos; Cataluña, con un 6,7% (cuentas que se encuentran en trámite parlamentario) y 2.482 millones.
Estas dos autonomías son las únicas donde el capítulo de inversión representa menos del 10% de todo su presupuesto y aunque su situación financiera dista bastante la una de la otra (Cataluña rebasa con creces el límite de déficit establecido en el 1,3% del PIB por el Gobierno central), ambas han admitido que la coyuntura actual no permite realizar grandes desembolsos en nuevas obras.
Es más, aunque hasta ahora ninguna Administración lo detalla cuando da a conocer sus cuentas, buena parte de esos recursos que se consignan como inversión es para pagar gasto comprometido en ejercicios anteriores de obras ya iniciadas, por lo que no equivale a proyectos nuevos.
Gasto productivo
Este año se presenta como uno de los más difíciles que se recuerda para la inversión. Con el objetivo irrenunciable de la consolidación fiscal, las empresas ya cuentan con que apenas se iniciarán nuevos proyectos y se aplazarán más los pagos de los que están en curso.