El concurso de Marsans, a punto de ser declarado culpable
La administración concursal de Marsans está a punto de presentar su informe definitivo sobre la insolvencia del grupo de viajes. De acuerdo a fuentes jurídicas, el concurso será declarado culpable, lo que provocaría que Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual sean inhabilitados para administrar empresas y cubran con su patrimonio parte de la deuda.
Los administradores nombrados por la juez en el concurso del grupo Marsans están a punto de presentar el informe definitivo del proceso. En el mismo, de acuerdo a fuentes jurídicas, solicitarán que se condene a sus anteriores administradores al declarar como culpable el concurso del grupo de viajes.
La culpabilidad del concurso supondría que sus anteriores propietarios, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, sean inhabilitados para administrar empresas entre 2 y 15 años y respondan con su patrimonio ante los acreedores de la compañía.
"El informe ya está acabado, solo queda solucionar unos pocos incidentes concursales", explican las fuentes consultadas. "Oficiosamente, se ha abierto ya la fase de culpabilidad", añaden. "Es cuestión de días, una semana o poco más que se presente el informe definitivo de la administración concursal", señalan.
Las fuentes consultadas dan por hecho que los dos empresarios recurrirán dichas medidas.
En noviembre del pasado año la juez del concurso de Marsans ordenó, tras solicitarlo la administración concursal, el embargo preventivo de bienes de Díaz Ferrán y Pascual para cubrir el déficit patrimonial del grupo, de 417,3 millones.
El expresidente de CEOE y su socio Gonzalo Pascual anunciaron en junio de 2010 la venta del grupo a la firma Posibilitumm, controlada por el empresario Ángel de Cabo, especializado en reestructuraciones y liquidaciones. Prácticamente al mismo tiempo que anunciaban la venta, los empresarios comunicaron la insolvencia de Marsans, una firma con 100 años de existencia.
Los problemas de Marsans eran palpables antes de los dos meses que la ley marca como límite a una compañía para reconocer ante un juez su situación de insolvencia.
PricewaterhouseCoopers, que auditó el ejercicio de Marsans de 2008-2009, advertía en su informe que era incapaz de expresar una opinión sobre las cuentas del grupo ya que este no aportaba la información suficiente para ello.
Según la cuenta de resultados del grupo, en el ejercicio fiscal terminado el 28 de febrero de 2009 el beneficio alcanzó los 7,6 millones de euros, frente a las pérdidas del año anterior. El importe de la cifra de negocios disminuyó el 40%, hasta los 720,1 millones de euros, frente a los 1.186 millones de euros de un año antes.
En agosto de 2009 los pilotos de su aerolínea, Air Comet, se declararon en huelga en protesta por no recibir sus salarios en los meses de verano.
En diciembre la aerolínea cesó su actividad dejando en tierra a cientos de pasajeros que se disponían a viajar a sus países de origen desde España para pasar las Navidades. En febrero de 2010 el grupo Orizonia demandó a la división hotelera de Marsans, Hotetur, por impago de 40 millones. En abril de ese año la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) retiró a Marsans la licencia de venta de billetes de avión.
Aunque los nuevos dueños del grupo aseguraron en el momento de la compra que disponían de un plan para reflotar la compañía, menos de cuatro meses después solicitaron su liquidación.
Cuándo un concurso se declara culpable
El concurso de acreedores de una compañía puede ser calificado culpable por alguno de los requisitos de la Ley Concursal. Entre ellos debe ser calificado culpable cuando existan "irregularidades contables relevantes o doble contabilidad; cuando el deudor hubiese falsificado documentos o presentado graves inexactitudes; cuando durante los dos años anteriores a la declaración del concurso hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos o cuando se hubiese simulado una situación patrimonial ficticia", explica José Martínez Carrera, director del despacho Gesico, que ha representado al primer acreedor de Marsans que instó el concurso de la compañía."Del mismo modo, podrán ser calificados como culpables, aunque no será una culpabilidad directa, sino en caso de causalidad de agravamiento de la situación de insolvencia, aquellos concursos de acreedores donde se haya incumplido el deber legal de solicitar el concurso, como por ejemplo en el actual, al ser un concurso necesario instado por un acreedor", añade Martínez.El empresario dispone de dos meses desde conocer la situación de insolvencia, para hacer liquidación o disolución. En caso contrario, por no tener suficiente activo para cubrir el pasivo, debe acogerse al concurso voluntario.