Italia y España afrontan vencimientos por 150.000 millones con menos nota
Malas noticias para España e Italia. La rebajas de rating de Standard & Poor's anunciadas el viernes complican la refinanciación de los más de 149.000 millones de euros en vencimientos de deuda que afrontan ambos países en el primer trimestre del año.
Las rebajas de rating de Standard & Poor's a nueve países de la zona euro, pese a tratarse de medidas esperadas por el mercado -incluida la pérdida de la triple A de Francia y Austria-, no dejan de añadir más tensión a los Estados europeos dependientes de la financiación del mercado. Italia y España, con vencimientos de deuda por 112.900 y 36.500 millones de euros, respectivamente, en el primer trimestre se enfrentan así a un obstáculo más a la hora de apelar al mercado.
"La noticia es negativa. Genera incertidumbre al poner en cuestión la capacidad del fondo de rescate como arma de contención de la crisis de deuda", explican desde una entidad española. "La reestructuración de la deuda griega puede condicionar más la evolución del mercado, al igual que la cumbre europea de enero. Son los factores determinantes para las primas de riesgo", añade.
Lo cierto es que las primas de riesgo de España e Italia cayeron ayer. El diferencial de España con la deuda alemana se situó en los 341 puntos básicos, lejos del máximo de los 468 que alcanzó el pasado noviembre, mientras que la prima de riesgo de Italia cayó a los 487 puntos básicos, un nivel también inferior al récord de 552 puntos básicos del pasado ejercicio. Un comportamiento atribuido a las compras de deuda del BCE, más aún cuando se vio que el diferencial de Portugal, ya intervenido y sin el colchón de la institución, se disparó a récord de 1.264 puntos básicos.
"El mercado está tan intervenido que aunque la caída de los ratings complican la situación, tampoco debería impedir a los Estados reestructurar su deuda", augura Juan Ramón Caridad, director general de Swiss & Global en España.
El mercado asume que el BCE continuará actuando como el gran salvador a cambio de ajustes fiscales. Y si bien es cierto que las rebajas de rating complican los objetivos trazados a nivel europeo -como la creación de un muro de contención efectivo para frenar la crisis-, el papel del BCE seguirá siendo fundamental a la hora de rebajar la tensión del mercado, tanto por las compras directas de deuda soberana -la semana pasada adquirió 3.766 millones frente a los 1.104 de la precedente- como por la ayuda que han supuesto para la financiación de los Estados otras medidas extraordinarias implementadas como las subastas de liquidez ilimitada a tres años.
El Tesoro español afronta hoy la primera prueba después de la rebaja de rating de dos escalones del viernes, que situó la calificación en A. Y en el mercado no se descarta que la banca acuda como en anteriores subastas, alentada por el rendimiento de estos títulos, superior al 1% al que presta el BCE.
Eso sí, RBS advierte que las perspectivas negativas que mantienen tanto Italia como España significan que "los riesgos pueden reaparecer rápidamente" y no descartan un aumento de diferenciales. "Seguimos pensando que la crisis acabará provocando un incremento de los spreads".
Más motivos para que el BCE actúe
Resulta difícil sacar una lectura positiva del hachazo de Standard & Poor's a los ratings de varios países europeos, entre ellos Francia y Austria, pero quizá sí la hay. "La mayor amenaza de riesgo de crédito para la Europa central puede llevar al BCE a actuar de forma más agresiva. Al mismo tiempo puede incluso resultar positivo para la renta variable si las rebajas de calificación crediticia recuerdan a los inversores que algunas empresas son más seguras que los Gobiernos", comentaba ayer Credit Suisse en un informe.A la espera de ver el grado de implicación del BCE esta semana, también existen argumentos para pensar que quizá no sea necesaria una intervención excesiva de la autoridad monetaria.Los expertos de Citi, por ejemplo, no esperan una gran reacción de los spreads de crédito y argumentan que la evolución de los diferenciales en los últimos meses era en cierta medida una manera de anticipar las rebajas de rating confirmadas el pasado viernes. "Es más un caso de ver los ratings acercarse al nivel de los spreads", explican en un informe.No hay que olvidar que en EE UU, salvando las distancias con la primera potencia mundial, la pérdida de la triple A el pasado verano, también esperada, no ha supuesto un incremento de los costes de financiación. De hecho, la rentabilidad de la deuda se ha reducido de media 25 puntos básicos.
La cifra
5.000 millones es el máximo que prevé captar hoy el Tesoro en la subasta de letras a 12 y 18 meses. El jueves subastará hasta 4.500 millones en bonos.