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Rebajas de rating

Las agencias retoman el castigo contra las regiones con más déficit y deuda

Moody's se une a Fitch y rebaja el rating de la Comunidad Valenciana al nivel de bono basura. Castilla-La Mancha y Cataluña están tan solo a un escalón de ese rango.

La agencia de calificación Moody's ha recortado dos escalones el rating de la Comunidad Valenciana (de Ba1 a Ba3), con lo que la calificación de la comunidad queda tres escalones por debajo para dejar el nivel de bono basura (considerado como especulativo por las elevadas probabilidades de impago). Moody's justifica la rebaja por los problemas de liquidez (ha tenido que pedir ayuda al Tesoro para afrontar el pago de un crédito con el que abonar la nómina de los empleados públicos) y los vencimientos de deuda previsto para este año (4.400 millones). En la actualidad, la Comunidad Valenciana es la región con una mayor deuda en relación al PIB (19,9%) y cerrará el ejercicio, según las estimaciones de Fedea, con un déficit del 4,2%, tan sólo superada por Castilla La Mancha y Murcia

Pero la advertencia de Moody's no se ciñe tan solo a la Comunidad Valenciana. De hecho, la agencia ha puesto en revisión, con perspectiva negativa, la calificación crediticia de todas las comunidades autónomas por las mismas razones: falta de liquidez e incumplimiento de la senda de consolidación fiscal. Las últimas estimaciones del Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy prevén que el déficit autonómico cierre 2011 en el 2,7% del PIB, el doble de lo previsto, y que el 75% de la desviación que habría sufrido el déficit público tendría su origen en la falta de control de las autonomías.

Y las siguientes que están en el punto de mira de las agencias son Cataluña y Castilla-La Mancha. Ambas tienen una calificación de Baa2, tan solo un nivel por encima de la Comunidad Valenciana, y Moody's ha dejado claro que podría rebajarlo a lo largo de este trimestre si persiste el deterioro económico. Por su parte, Fitch ya ha degradado a la Comunidad Valenciana al nivel de bono basura (BBB) y ha puesto en vigilancia negativa a Cataluña, que podría seguir sus pasos en los próximos meses.

En ambos casos, el deterioro económico también es evidente: Cataluña tiene la segunda mayor deuda autonómica (un 19,7% del PIB) y un déficit a cierre de 2011, que, en el mejor de los casos, duplica el límite permitido (1,3%). Las dificultades de tesorería le han obligado a pedir un crédito puente de 150 millones con el Banco Sabadell para poder pagar la nómina de los funcionarios. Por su parte, Castilla La-Mancha cerró el pasado ejercicio con el mayor desfase entre gastos e ingresos (en torno al 6%) y sus problemas de tesorería le han llevado, entre otras medidas, a recortar el sueldo a los empleados públicos y a retrasar el pago a los proveedores.

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