Alemania y Francia salvan 2011 pero coquetean con la recesión
Las dos primeras potencias del euro, Alemania y Francia, han logrado mantener el crecimiento económico en 2011 pese a la difícil coyuntura global. El PIB alemán cerró el ejercicio con un sólido avance del 3%, según datos provisionales. Tanto la demanda externa, pese a que ha moderado su dinamismo, como la interna han sustentado el crecimiento. Por su parte, el Banco de Francia anunció una expansión del 1,7% en el conjunto del año, gracias a la ligera mejora de la industria.
Ambas economías han demostrado su fortaleza en un contexto de crisis de deuda europea y de incertidumbre mundial. Incluso Alemania ha reducido notablemente su deuda, situando su déficit público en el 1% y respetando así por primera vez en tres años el límite del 3% que establece el Pacto de Estabilidad, tras incumplirlo en 2010 (4,3%) y 2009 (3,2%). La locomotora alemana da ejemplo de disciplina fiscal ante el pacto europeo de sanciones a los Estados con déficits excesivos.
Pero los problemas que asuelan Europa pasan factura y de nuevo hay amenaza de recesión. Tras el frenazo en seco del segundo trimestre y la tímida recuperación en el tercero, la ralentización se ha confirmado en los últimos meses del año con un estancamiento de la economía francesa y una contracción del PIB alemán del 0,25%.
Una encuesta de expertos alemanes estima que la contracción de la economía germana continúe en los primeros meses de 2012 e incluso se acelere, de manera que el país entraría técnicamente en recesión (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo). No obstante, prevén cerrar el año con un alza del 0,5%.
Las proyecciones para Francia no son mucho mejores. El Gobierno galo calcula un crecimiento del 1% en 2012, aunque los analistas creen que será menor por el parón de la actividad.
Desaceleración
La zona euro se desaceleró más de lo esperado en el tercer trimestre. El PIB solo avanzó un 0,1% respecto al trimestre anterior, una décima menos de lo previsto, y un 1,2% interanual, dos décimas por debajo de lo calculado inicialmente, según datos de Eurostat.