La aragonesa Markleen eleva al 90% sus exportaciones de tecnología contra la contaminación marina
La aragonesa Markleen está alcanzando su objetivo de convertirse en el referente mundial de soluciones contra la contaminación en los mares. Esta empresa ha logrado, desde su creación en 1993, exportar el 90% de sus soluciones tecnológicas, afrontando situaciones medioambientales críticas en los cinco continentes.
La aragonesa Markleen está alcanzando su objetivo de convertirse en el referente mundial de soluciones contra la contaminación en los mares. Esta empresa, que nació de la obtención del Premio IDEA, instituido por el Gobierno de Aragón para impulsar la innovación, ha logrado, desde su creación en 1993, exportar el 90% de sus soluciones tecnológicas, afrontando situaciones medioambientales críticas en los cinco continentes. Y continuando, exitosamente, aquel auténtico bautismo de fuego que fue su intervención en el control de los vertidos del Prestige, hace diez años.
Al revés que la mayoría de las empresas, Merkleen ha revisado al alza sus previsiones de facturación para este año. Lo ha hecho con el aval que supone haber logrado cerrar 2011 con una cifra de negocio de 7 millones de euros, el doble de lo previsto. En 2000, la empresa aragonesa exportaba sus desarrollos contra la contaminación marina a Noruega y Suecia, frente a los 22 países que compran sus materiales en la actualidad.Su último contrato importante ha sido para la noruega NOFO (Norsk Oljevernforening For Operat), en línea con los trabajos que desarrolla para las empresas petrolíferas más destacadas.
La creación de Markleen se debe a la iniciativa del emprendedor noruego afincado en Zaragoza , Peter Oye. Su idea fue apoyada por el Gobierno aragonés y Zaragoza, paradójicamente una capital interior, se ha convertido en un punto de obligada consulta para resolver los problemas de contaminación marina en todo el mundo. Tras un periodo de incubación en el vivero de empresas , Merkleen abrió su actual planta de producción en San Mateo de Gállego, en las inmediaciones de Zaragoza, donde ocupa a 40 trabajadores, cifra que llega prácticamente a duplicarse en situaciones puntuales. Su producción inicial de absorbentes industriales ha ido enriqueciéndose con una variada gama de equipos contra la contaminación marina. El fundador, Peter Oye, sigue controlando la mayoría de la empresa (51%), mientras el resto de capital se distribuye entre Savia Capital Innovación y A-Capital.