La administración de las bodegas Zoilo pide embargar a Ruiz-Mateos
El déficit patrimonial de la empresa supera los 93 millones de euros
La administración concursal de las bodegas Zoilo Ruiz-Mateos, que pertenecieron al grupo Nueva Rumasa, han solicitado al juzgado mercantil de Cádiz el embargo de bienes y derechos de varios miembros de la familia Ruiz-Mateos por entender que eran los administradores de derecho de la compañía.
De acuerdo con fuentes conocedoras del proceso la cuantía del embargo no debería ser inferior al déficit patrimonial que arroja las cuentas de la bodega jerezana, superior a los 93 millones de euros. Según la memoria del grupo Nueva Rumasa del año 2009, Zoilo Ruiz-Mateos facturó ese año 18,3 millones de euros. La bodega produce vinos y brandys de Jerez y dispone de 400.000 metros cuadrados de bodegas en la ciudad andaluza.
El juzgado de lo Mercantil de Cádiz declaró el concurso de la compañía el pasado mes de abril. La jueza nombró como administradores a Aurelio Gurrea Chalé, del despacho de abogados Dictum y a Jordi Albiol. En septiembre la familia Ruiz-Mateos anunció la venta del grupo al empresario Ángel de Cabo, que anteriormente había adquirido el grupo Marsans y la constructora Teconsa, también al mismo tiempo prácticamente que las compañías entraban en concurso de acreedores.
Según indicó la administración concursal de las bodegas Zoilo, aunque el consejo de administración de la compañía estaba formado únicamente por Zoilo Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada, su hermano Isidro y José Álvarez Piñero como vocal y consejero delegado, la empresa estaba siendo realmente gobernada por otros miembros de la familia. Por esa razón solicita que el embargo recaiga sobre el cabeza de la familia, José María Ruiz-Mateos y sus hijos Alfonso, Francisco, Zoilo, José María, Álvaro, Pablo y Paloma.
Según las fuentes consultadas la administración, que estima que la empresa se ve abocada a la liquidación, solicita el embargo de bienes tales como las cantidades que tengan derecho a percibir de Hacienda y derechos económicos que pudieran recibir por la expropiación de Rumasa.
Una de las hijas del clan, con cargo en la empresa
Paloma Ruiz-Mateos Rivero, con domicilio en El Puerto de Santa María, Cádiz, ocupaba un cargo de responsabilidad en las bodegas Zoilo Ruiz-Mateos.La administración concursal de la compañía, de acuerdo a las fuentes consultadas, considera que la gestión de derecho de la compañía era llevada a cabo por más personas que las que aparecían como miembros del consejo de administración. Entre ellas Paloma Ruiz-Mateos, lo que desmonta la versión de que el patriarca de la familia apartaba a las mujeres de responsabilidades en sus empresas.La administración concursal de Zoilo Ruiz-Mateos sostiene que Paloma se encargaba de las relaciones públicas de la bodega, el marketing y otros asuntos comerciales desde el año 2009.