El Gobierno quiere que el saneamiento de la banca no eleve la deuda pública
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, explicó ayer que el Gobierno pretende llevar a cabo el saneamiento de la banca con el menor coste posible para el erario público y evitando que se incremente el endeudamiento. Sobre el ajuste del gasto que se aprobará el viernes, eludió dar una cifra concreta.
El ministro se mostró contrario a que el esfuerzo de saneamiento de la banca española implique medidas que comprometan una de las "ventajas" con las que cuenta España: una ratio de deuda pública sobre PIB veinte puntos inferior a la media europea que él quiere mantener en esos niveles.
De Guindos apuntó que este sería el problema de crear un banco malo público con los activos tóxicos de las entidades. No concretó qué opción baraja el Ejecutivo de cara a este proceso, aunque recalcó que la prioridad del PP es acelerar una nueva ronda de fusiones bancarias. En este sentido, dejó claro que "tendrá que haber menos entidades que hasta ahora", en línea con lo expuesto la pasada semana por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien también aseguró que trataría de poner el menor dinero público posible en el proceso.
En cuanto a la cuantía del acuerdo de no disponibilidad de recursos que aprobará el Ejecutivo el viernes junto con la prórroga de los presupuestos de 2011, De Guindos eludió dar una cifra concreta. El Ejecutivo del PP maneja inicialmente un ajuste de 16.500 millones como la reducción mínima del déficit necesaria para alcanzar el objetivo del 4,4% marcado para el conjunto de 2012. No obstante, los populares son conscientes de que este volumen es provisional hasta conocer las cifras definitivas del desfase de las cuentas públicas.
Hemorragia en la construcción
En una conversación con periodistas tras la apertura solemne de la X Legislatura en el Congreso de los Diputados, De Guindos insistió en los augurios expresados el lunes acerca de la marcha de la economía y advirtió de que el cuarto trimestre de este año será "muy, muy duro" y los datos continuarán siendo malos en el primer trimestre de 2012, aunque la mejoría empezará en el segundo.
Así, recordó que cuando la economía "toca fondo", tiende a "rebotar", aunque añadió que con una distancia de dos trimestres, "todo el mundo falla". En cualquier caso, De Guindos remarcó que no puede permitirse "generar expectativas" sobre la evolución de la economía. Insistió en que el "empleo va a volver" y confió en que la recuperación se produzca a través del sector servicios, si bien remarcó que antes hay que detener la "hemorragia" en la construcción. A su juicio, el Gobierno cuenta con un margen de "dos o tres meses" para presentar las reformas, si bien admitió que las últimas actuaciones del BCE han dado a España un margen de "seis meses" en relación a la presión de los mercados, como muestra el hecho de que la prima de riesgo de la deuda española esté unos 200 puntos por debajo de la italiana. Para De Guindos, esto tiene una explicación meramente "política", ya que el cambio de Gobierno en España se ha articulado en un proceso de "normalidad", algo de lo que carece el primer ministro italiano, Mario Monti.
Nadal confía en sortear "la peor" de las situaciones
El jefe del gabinete del presidente del Gobierno, Jorge Moragas, y el máximo responsable de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, advirtieron ayer de las dificultades económicas que ante sí va a tener el Gobierno durante la legislatura, pero se mostraron convencidos de que se superarán.Moragas y Nadal tomaron posesión de sus cargos en un acto en el Palacio de la Moncloa que estuvo presidido por el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y al que asistieron también la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros Cristóbal Montoro, Jorge Fernández, José Manuel Soria, Fátima Báñez y Miguel Arias Cañete, así como el presidente del Senado, Pío García Escudero. Nadal hizo referencia a la complicada situación económica. "Probablemente, la peor que un Gobierno ha tenido que afrontar en términos económicos en la historia de nuestra democracia", dijo. No obstante, aseguró que el Gobierno tiene "las ideas claras" y tiene la certidumbre de que lo que se va a hacer va a servir para mucho.
El Rey pide confianza en todas las instituciones
El Rey hizo ayer un llamamiento a los diputados y senadores para que se vuelquen en combatir la crisis económica y contribuyan a reforzar el prestigio y la confianza en las instituciones públicas. Don Juan Carlos transmitió este mensaje en el discurso con el que dio por inaugurada la X legislatura de la democracia, en una sesión solemne en la que estuvo acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias.A su entrada en el hemiciclo, los miembros de la Corona fueron recibidos con un prolongado aplauso, en señal de afecto y reconocimiento, por parte de la casi totalidad de los parlamentarios, al que no se sumaron los de IU y PNV. Las infantas Elena y Cristina no asistieron a la sesión solemne, después de que la Casa del Rey decidiera el día 12 que Iñaki Urdangarin fuera apartado de los actos oficiales por la investigación judicial abierta sobre las cuentas del Instituto Nóos que él presidía. La otra novedad fue el estreno en la bancada azul del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y sus trece ministros.Ante el comienzo de esta nueva etapa, el Rey destacó la importancia de que el Parlamento ayude a fortalecer la confianza de los ciudadanos en las instituciones, cuyo prestigio, subrayó, pasa también por cumplir los plazos que regulan su composición y funcionamiento. Uno de los objetivos prioritarios del nuevo Ejecutivo es abordar la renovación del Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo, que llevan meses aplazadas. La otra idea en la que hizo hincapié fue en la necesidad de trabajar juntos con "decisión y eficacia" para superar la crisis económica.