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Un grupo de trabajadores se encerró en la factoría como medida de presión

La Xunta y representantes de Feiraco buscan una solución para Clesa

El director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Javier Aguilera -en representación de la Consellería de Economía e Industria de la Xunta- y representantes de Feiraco -cooperativa que lidera una oferta de adquisición para la fábrica de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra)- se reúnen este martes en Madrid con los administradores concursales de la compañía láctea, cuya crisis dura desde que el Grupo Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz Mateos, entró en quiebra.

Un grupo de unos 50 trabajadores de la fábrica se encerró en las instalaciones ubicadas en la parroquia de Saiar en la tarde del lunes, como medida simbólica de presión ante la cita, prevista para las 11.30 horas, según apunta la presidenta del comité de empresa, Dolores Ramos, en declaraciones a Europa Press.

Repitieron la acción, así, un día después de Navidad y transcurridos siete días del primer encierro, que tuvo que ser aplazado ante la petición de la administración concursal. En la actualidad solo quedan 40 empleados en activo, después de la aplicación por parte de los administradores de un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo para 90 de los trabajadores que conformaban la plantilla.

El director del Igape, organismo que avala el plan de negocio presentado por Feiraco, acude a Madrid en representación de la Consellería de Economía e Industria, cuyo titular, Javier Guerra, visitó por última vez a los trabajadores la semana pasada para reiterar su "compromiso por garantizar la viabilidad" de Clesa en Caldas de Reis.

Por su parte, el alcalde del municipio, Juan Manuel Rey, acompañado por el resto de miembros de la corporación local -a excepción de dos personas que no acudieron "por motivos laborales"-, visitó la fábrica a primera hora de la tarde del lunes para mostrar su apoyo a la plantilla. "Esperemos que mañana -por este martes- se arroje un poco de luz sobre este asunto porque la cosa pasa de castaño a oscuro", destacó en declaraciones a Europa Press.

Con este fin se leyó un manifiesto estructurado en tres partes: un primer apartado de apoyo a los trabajadores y sus reivindicaciones, un segundo sobre la necesidad de supervivencia de la factoría y un tercer y último punto en el que se pide a los administradores concursales de Clesa que adopten "una resolución para el problema".

"Que tomen una decisión de una vez porque la demora solo perjudica a los intereses de los compradores y de la plantilla", urgió el regidor.

Envío de firmas

También los empleados comenzaron una recogida de firmas entre los compañeros y personas que los visitan durante la tarde del lunes, y que pretendían enviar de madrugada a los administradores a través de correo electrónico.

Las rúbricas suceden a una breve frase dirigida a los responsables de determinar el porvenir de la fábrica: "A la administración concursal de Clesa: de vuestra decisión depende el futuro de muchas familias", reza el documento.

Según resaltó la presidenta del comité de empresa, Dolores Ramos, en declaraciones a Europa Press, los empleados permanecerán en la planta "hasta que acabe" el encuentro de Madrid y tener noticias de lo ocurrido.

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