La cesta de la compra se encarece el doble que los salarios con el euro
El primer decenio del euro se ha saldado con una fuerte subida de precios en España. La cesta básica de la compra se encareció un 31,3% desde 2002, frente a un alza salarial media del entorno del 16%.
Si usted tiene la sensación de que le cuesta mucho más llenar el carrito de la compra que cuando lo pagaba en pesetas, sepa que hay datos estadísticos que le respaldan, incluso si tiene la fortuna de no ser uno de los tres millones de nuevos parados de los últimos tres años.
Según un estudio publicado hoy por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las familias españolas gastaban en 2001 una media anual de 765.000 pesetas (unos 4.600 euros) en el supermercado, frente a los 6.800 gastados en la actualidad. Eso supone un encarecimiento medio del 48%, si bien es cierto que parte del mismo se debe al alza impositiva sufrida por las bebidas alcohólicas: los datos del INE llevan al 80% la subida de precios del alcohol y el tabaco desde la introducción del euro, el 1 de enero de 2002.
Sesgos aparte, Estadística señala también un nada desdeñable incremento del 31,3% de los alimentos y las bebidas no alcohólicas en el último decenio. La comparación con la evolución de los salarios es forzosa. Los últimos datos de la Encuesta de Estructura Salarial, elaborada también por le INE, sitúan la media de 2009 en 22.511 euros, frente a los 19.802 de 2002. Así, la subida en ocho años fue del 13,7%. Si a ello se suman las alzas pactadas en convenio en 2010 y 2011, podemos estimar que el avance salarial en la década del euro rondaría el 16%. Prácticamente, la mitad de lo que se han encarecido los alimentos.
Pero la pérdida de capacidad de compra no se ciñe al supermercado. El encarecimiento medio desde 2002 supera el 40% en el transporte, la hostelería y la enseñanza, y también supera la mejora salarial en vestido y calzado (26,2%) y menaje (20,5%).
Los únicos capítulos que ese han abaratado desde su denominación en pesetas son el ocio y la cultura (-1,1%), la medicina (-0,7%) y, sobre todo, las comunicaciones (-11,9%). En este último, pesa la drástica mejora de la relación calidad-precio en la tecnología de consumo, como demuestra el abaratamiento de los televisores (62%) y las cámaras de fotos (72%).