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Los gastos deben caer un 6,4% para cumplir el objetivo del 4,4% en 2012

Funcas estima que el déficit debe recortarse en 32.000 millones

En un contexto de deterioro económico, el nuevo gobierno español afronta el difícil reto de cumplir los compromisos de reducción de déficit público. La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) calcula que el déficit deberá reducirse en tres puntos porcentuales del PIB para lograr el objetivo del 4,4% en 2012, lo que supone un recorte de 32.000 millones de euros.

El nuevo gobierno español tendrá que lidiar con una economía que camina de nuevo hacia la recesión en medio de un panorama financiero e internacional poco favorable. Con la crisis todavía en ebullición, España afronta un difícil reto si quiere cumplir los compromisos adquiridos de reducción del déficit público. Según la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), en 2011 se habría incumplido el objetivo de déficit del 6% por culpa de las Comunidades Autónomas, con una desviación de 1,5 puntos básicos hasta alcanzar el 7,5%. Por tanto, el presidente electo, Mariano Rajoy, deberá reducir el desequilibrio en tres puntos porcentuales para situarlo en el 4,4% en 2012, lo que suponen 32.000 millones de euros. En los once primeros meses de 2011, el Estado incurrió en un déficit de 52.385 millones, el 4,84% del PIB.

En un artículo firmado por Ángel Laborda y María Jesús Fernández, de la Dirección de Coyuntura y Estadística de Funcas, que recoge el último número de la publicación Cuadernos de Información Económica de la Fundación, se exponen algunos de los deberes para la próxima legislatura. Ambos autores señalan que el complicado camino de la consolidación fiscal requiere de un titánico esfuerzo de contención del gasto público. En concreto, calculan que los gastos deberían caer un 6,4% el próximo año y los ingresos registrar un crecimiento del 0,8%, similar al de 2011 y muy cerca del PIB nominal, de manera que permanezca prácticamente estable la presión fiscal.

Aplicando estos criterios, y según los datos de los Presupuestos Generales del Estado de 2011, el ajuste de gastos e ingresos consolidados ascendería a unos 27.000 millones.

En su discurso de investidura, Rajoy se comprometió a garantizar el objetivo de déficit en 2012 dando por buenos los pronósticos de un 6% al cierre de 2011, lo que supondría unos recortes adicionales de al menos 16.500 millones. Dado que Funcas estima que el déficit superará ampliamente las previsiones y la economía se ha estancado, el líder del PP tendrá que sacar aún más la tijera.

El análisis señala que los gastos que "previsiblemente sufran el mayor recorte" son los de capital, con una caída del 36%. La reducción de los gastos totales se traduce en una disminución del ratio gastos/PIB de 3,2 puntos, hasta el 40%, cifra similar a la de los años anteriores a la crisis y nueve puntos inferior a la media de la zona euro prevista por la Comisión Europea.

Laborda y Fernández apuntan que la política fiscal "debe endurecer notablemente su carácter restrictivo", lo que a corto plazo impactará en la posible recuperación de la economía y en el empleo. No obstante, consideran que es el precio a pagar para evitar un agravamiento de la tormenta financiera hasta niveles insostenibles. "A la larga, la recuperación de la estabilidad financiera es prioritaria, una condición sine qua non, para asentar la recuperación económica a medio plazo", aseguran. Además, este esfuerzo "ineludible" debe ir acompañado de profundas reformas en mercados e instituciones.

Funcas prevé que el PIB registrará tasas negativas en el último trimestre de 2011 y en los dos primeros de 2012. Para el conjunto del año 2011 augura un crecimiento positivo del 0,7%, pero el año que viene el PIB se contraerá un 0,5%.

Desde la publicación se aboga por la necesidad de que el Gobierno se ponga como objetivos el saneamiento y el reequilibrio de las finanzas públicas, sin olvidar preservar la cohesión social en áreas como sanidad, pensiones y protección por desempleo.

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