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Cajas Rurales Unidas comenzará a operar en abril

Cajamar y Ruralcaja invitan al resto de rurales a su fusión

Los consejos de Cajamar y Ruralcaja aprobaron ayer la fusión de ambas cooperativas en una nueva entidad llamada Cajas Rurales Unidas (CRU). La entidad comenzará a operar en abril. En torno suyo orbitarán las 20 cajas ligadas a sus grupos cooperativos. Su ambición final es agrupar a todas las rurales de España.

Cajamar y Ruralcaja invitan al resto de rurales a su fusión
Cajamar y Ruralcaja invitan al resto de rurales a su fusiónCINCO DÍAS

El sector cooperativo español emprendió ayer un paso decisivo en su proceso de consolidación. Los consejos rectores de Cajamar y Ruralcaja, la primera y segunda entidad del gremio, aprobaron ayer por unanimidad su fusión. Juntas pasarán a constituir una nueva entidad llamada Cajas Rurales Unidas (CRU).

Esta nueva sociedad nace con la vocación de ejercer de aglutinante para las 74 cajas rurales que existen en España. Aunque todas estas entidades comparten servicios como la tesorería, la informática o los seguros a través de las participadas del grupo Caja Rural, no consolidan balances. Cajamar y Ruralcaja invitaron en un comunicado a las demás rurales "a sumarse a un nuevo grupo nacional unido y cohesionado, capaz de dar respuesta a los retos derivados de la situación económica actual".

Vicent Palací, director de comunicación de Ruralcaja, vaticinó en la presentación de la fusión que "el mapa de cooperativas va a cambiar bastante en los próximos 12 o 18 meses". Y consideró que el hecho de "que haya un grupo que aglutine la mitad del negocio del sector le dará qué pensar al resto".

Por medio de su fusión, Cajamar y Ruralcaja buscan lograr mejoras en campos como la eficiencia, la liquidez y la solvencia. Ruralcaja tiene una mora del 12,6%, casi el doble que el sistema. Fuentes de la entidad indicaron que esta elevada ratio es resultado de aplicar una política muy estricta en la contabilización de impagados. De hecho, toda la cartera con promotores inmobiliarios computa como dudosa. La morosidad del Grupo Cooperativo Cajamar no llega al 6%.

CRU tendrá su sede social en Almería, hogar de Cajamar, pero mantendrá en Valencia algunos servicios operativos y la cabecera del grupo cooperativo al que estarán adscritas una veintena de rurales valencianas de tamaño modesto. En las oficinas de Cajamar en Madrid quedarán ubicados ciertos departamentos por motivos prácticos.

Los consejos rectores de Cajamar y Ruralcaja convocaron las asambleas de socios que refrendarán la operación para el próximo 17 de enero. Sus compañeras en los dos grupos cooperativos que lideran no necesitan consultar a sus mutualistas porque, en su caso, solo cambian su adscripción a otro grupo cooperativo.

CRU contará, sin incluir el grupo cooperativo, con un balance de 38.094 millones de euros, 6.352 empleados y 1.465 oficinas. Además, sumará casi un millón de socios y 3,3 millones de clientes.

Los creadores de CRU tienen previsto que la sociedad esté operativa el próximo abril. Aun así, declinaron especificar el coste laboral que puede tener la fusión ni las sinergias que generará.

Ruralcaja ha optado por esta fusión tras los desencuentros producidos con sus compañeras de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR). La entidad valenciana ha decidido ligarse a Cajamar, cooperativa expulsada del grupo Caja Rural hace una década, ante los reiterados fracasos de los procesos de integración emprendidos en el seno de la AECR. Las cooperativas de crédito tienen un peso marginal en el sector bancario español, apenas el 4% del mercado.

Un reparto de poderes que zanja rivalidades

Decir Cajamar y Ruralcaja en el sector cooperativo era como hablar del Real Madrid y del Barça. Hasta hace apenas mes y medio, las dos entidades eran rivales acérrimos y siempre se miraban de reojo. Por eso, su fusión tiene una carga simbólica muy fuerte. Los artífices de la integración subrayaron que la operación obedece "al sentido común" y destacaron cómo en ella "han primado las instituciones y los criterios profesionales sobre los personalismos".La constitución de CRU traerá aparejado un recambio generacional en el equipo directivo. El presidente de la nueva entidad será Juan de la Cruz, actual consejero delegado de Cajamar, y de copresidente ejercerá Eduardo Ferrer, hoy presidente de Ruralcaja. De esta forma, ceden el testigo Antonio Pérez Lao y Luis de la Maza, copresidentes de Cajamar. Las labores ejecutivas se repartirán entre dos personas. Por un lado Manuel Yebra, hoy director general de la almeriense y que será vicepresidente primero ejecutivo. El cargo de consejero delegado recaerá sobre Juan Antonio Gisbert, consejero delegado de Ruralcaja.CRU contará con una veintena de consejeros, de los que 14 serán nombrados a instancias de Cajamar y otros seis por Ruralcaja.La cooperativa operará de momento en toda España bajo la marca Cajamar. En la Comunidad Valenciana recurrirá a la enseña de Ruralcaja-CRM, con la excepción de Requena, territorio donde persistirá la enseña de Caja Campo. Los 20 integrantes restantes del grupo cooperativo mantendrán, por su parte, su identidad corporativa.Cajamar y Ruralcaja explicaron que esta estrategia multimarca se mantendrá durante los próximos tres años y que, una vez transcurrido ese periodo, se sopesará la posibilidad de crear para CRU una identidad única.

El nuevo grupo

3,3 millones de clientes sumará la fusión de Ruralcaja y Cajamar, además de casi un millón de socios.1.465 es la red de oficinas de la nueva entidad.4% es la cuota de mercado que suma el conjunto del sector de cooperativas de crédito.

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