Casi la mitad de los grandes inversores espera que un país abandone la zona euro
Los grandes inversores se muestran divididos sobre el futuro del euro y la posibilidad de que la unión monetaria permanezca intacta tras la crisis de deuda a la que se enfrenta, según refleja la edición de diciembre de la encuesta de gestores de fondos elaborada por Bank of America Merrill Lynch, que apunta que el 45% de los encuestados prevé que un miembro abandone la unión "en un futuro inmediato".
La última encuesta de la entidad, realizada entre el 2 y el 8 de diciembre, apunta que el 48% de los participantes cree que ningún miembro de la eurozona abandonará el euro en 2012 o en un futuro inmediato, mientras que el 7% restante permanece indeciso.
Por su parte, unq cuarta parte del panel de 190 inversores institucionales (el 24%) escogido por el banco para elaborar su encuesta espera que uno de los 17 miembros abandone el euro en la primera mitad de 2012.
Asimismo, el informe recoge que los gestores de fondo prevén que 2012 sea un año de bajo crecimiento y baja inflación. En concreto, casi dos tercios de los encuestados predicen que 2012 será un año con un crecimiento y una inflación por debajo de la tendencia, cifra superior al 52% de noviembre y la lectura más elevada desde octubre de 2010.
Los inversores están respondiendo a esta débil perspectiva favoreciendo los valores de Estados Unidos y los mercados emergentes en sus carteras, al mismo tiempo que se endurece su postura negativa hacia la zona euro.
Así, un 50% de los encuestados dice que la perspectiva de beneficios empresariales es más favorable en Estados Unidos, frente al 47% del pasado mes. Al mismo tiempo, un 72% mantiene que la menos favorable corresponde a la eurozona, un porcentaje récord.
El estratega jefe de valores globales de BofA Merrill Lynch Global Research, Michael Hartnett, destacó que, ante una perspectiva de crecimiento mejorada, los valores estadounidenses están considerándose como un "destino popular y un refugio frente a las turbulencias".
Por su parte, Gary Baker, responsable de estrategia de valores de la entidad para los mercados europeos, añadió que los inversores son "ligeramente más optimistas" sobre la renta variable, aunque mantienen una postura "defensiva", que se traduce en una exposición reducida a Europra y en una preferencia por los mercados contracíclicos.