Bankia crea una macroinmobiliaria con las sociedades de sus siete cajas
Bankia ha decidido unificar en una única compañía todos los activos inmobiliarios de sus siete cajas socias. Esta sociedad dejaría al margen el suelo dependiente de Banco Financiero y de Ahorros (BFA).
El ladrillo es el gran lastre de la banca española y el caso de Bankia no es una excepción. Por este motivo, la tercera entidad de crédito del país ha decidido poner orden en el rosario de inmobiliarias que ha heredado de sus cajas socias.
La reunión del consejo de administración del banco celebrada ayer aprobó unificar en una única sociedad las compañías pertenecientes a sus siete entidades de ahorro fundadoras. La nueva filial no ha sido bautizada formalmente todavía, si bien su nombre podría ser Bankia Habitat o recibir una nomenclatura parecida que ligara la nueva terminología que ha adoptado el grupo con denominaciones del pasado. Asimismo, tampoco se conoce la identidad del ejecutivo que deberá hacerse cargo de esta inmobiliaria.
Fuentes sectoriales aclaran que esta operación se encuadra en el proceso de racionalización que desarrolla el grupo que preside Rodrigo Rato con el fin de ahorrar costes y potenciar sinergias de sus siete integrantes.
Bankia es el banco cotizado resultante de la fusión de Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja de Ávila y Caja Segovia.
Su principal accionista es Banco Financiero y de Ahorros (BFA) con un 51% de su capital. Precisamente, con el fin de facilitar la salida a Bolsa de Bankia, la matriz retuvo en su balance los activos inmobiliarios más problemáticos compuestos principalmente por suelo de difícil venta o recalificación. De BFA también cuelgan el recientemente intervenido Banco de Valencia y algunas participadas valiosas como Mapfre o Indra.
A Bankia fueron a parar los pisos disponibles para la venta así como aquellos solares que, por su naturaleza, eran de fácil disposición. Por ejemplo, terrenos ubicados en zonas urbanas céntricas. De Bankia también cuelgan algunas participadas como Realia, Metrovacesa y Bancaja Habitat, de carácter inmobiliario, o IAG, Mecalux y Globalvía.
La constitución de la macroinmobiliaria coincide, además, con los estudios emprendidos por el equipo económico del PP para constituir un banco malo que aglutine los activos inmobiliarios problemáticos actualmente en el balance de las entidades bancarias y que bloquean la concesión del crédito a empresas y familias.