Fusiones y especialización para el futuro de las agencias de viajes
El sector confía en el modelo aunque los puntos de venta se reducirán.
"A las agencias llevan enterrándonos desde 1998", dice resignado Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes y Touroperadoras (Ceavyt). Y es cierto que, desde la aparición de internet, se piensa que el modelo a pie de calle va a desaparecer. De hecho, la crisis económica está impulsando una reconversión, "necesaria" dicen desde el sector, que ha motivado la desaparición de 2.000 oficinas hasta 2010. El presidente de la Unión de Agencias de Viajes (Unav), José Luis Prieto, estimó, con motivo del 35 aniversario de la Unav, que entre 2011 y 2012 cerrarán entre 1.500 y 2.000 puntos más.
A nadie le extraña. Como avanza Fernando Moreno, director de marketing de Barceló Viajes, el número de agencias en España era "excesivo comparado con otros países de nuestro entorno". Según Gallego, en 1998, había en España 4.500 puntos de venta de viajes (independientes o pertenecientes a grandes redes). En 2003, se llegó a 8.000 y en 2006, había 12.000. "No es lógico. Era una cuestión coyuntural este crecimiento, fruto de la bonanza económica, las ganas de las grandes redes de captar cuota de mercado y la aparición del modelo de franquicia. No podía durar".
Sin embargo, un negocio que sus responsables definen como "camaleónico" y que "ha sobrevivido a dos Guerras Mundiales" no va a fracasar, opinan. "Hay agencias pequeñas que sobrevivían vendiendo billetes de puente aéreo o viajes de empresa. Eso sí que desaparece", afirma José Manuel Maciñeiras, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje (Aedave). Asegura también que "el concepto de agencia como una tienda de ultramarinos, que lo mismo te vende un crucero que una noche de hotel que un billete de tren, va a desaparecer".
¿Y qué queda? La "reconversión para ocupar huecos de especialización". Maciñeiras y Gallego creen que sobrevivirán tres modelos: por un lado, se producirán más fusiones, más absorciones de agencias independientes por parte de grandes redes, que crecerán en peso. Además, se mantendrá el modelo de franquicia, sistema por el que los grandes también apuestan y también se consolidan. "Un empresario pequeño funciona bajo el paraguas de la gran marca", detallan. Por último, se crearán más "grupos de gestión, es decir, pequeñas empresas expertas en servicios que agrupan agencias independientes que delegan en ellas sus políticas de compras, comercial, etcétera".
Para Maciñeiras, "la pequeña y mediana agencia generalista no tiene hueco para competir en solitario". Tiene que dar a valer ahora "su experiencia, su especialización pero esto no se puede improvisar", resalta. Nieve, adultos o lujo se ven como posibles nichos de mercado
Para Enrique Riera, director general de Viajes Iberia, "las agencias de viajes tienen que estar alineadas con las tendencias y exigencias del consumidor del siglo XXI, un reto que pasa por aportar verdadera experiencia y valor añadido a los servicios". Esto es lo que buscan con el cambio de Viajes Iberia a Vibo, adaptarse "a los retos que plantea el siglo XXI". Riera cree que en España este paso "no está asumido y no se está dando".
Moreno, por su parte, considera que el modelo de agencia tradicional está "agotado desde hace años" y por eso, Barceló Viajes optó por "adaptarse innovando en servicios y productos". Los dos directivos dan una importancia máxima a la "multicanalidad". Al final, el enemigo internet es hoy una de las salidas.
Guerra contra la "parroquia que vende viajes"
El intrusismo que se da en muchas profesiones amenaza también a las agencias de viajes, si bien el enemigo en este caso no son las agencias online sino "las parroquias, los centros deportivos, cualquiera que decide organizar un viaje y venderlo a un colectivo", explica José Manuel Maciñeiras. El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes explica que "un billete de avión suelto lo puede vender cualquiera, pero la venta de viajes combinados a precio cerrado, que incluyen transporte, alojamiento y otros servicios, está reservado por ley a las agencias, por protección al consumidor".Rafael Gallego, presidente de la Ceavyt, detalla a su vez que "para tener una agencia, hay que cumplir unos requisitos" y que, en ocasiones, "parapetados por la red, se comenten fraudes como vender billetes que no existen". Pero este tipo de comportamientos "no son exclusivos de la red".Maciñeiras alerta de que "un viaje combinado comprado fuera de las agencias tiene el riesgo de la falta de garantías, de avales, de contactos en los destinos que faciliten la salida o la ayuda en caso de problema de cualquier tipo". "Luchamos contra este intrusismo y lo denunciamos porque la gente tiene que ser consciente de que hay que ponerse en manos de profesionales". El presidente destaca que es la única manera de tener seguridad en caso de imprevisto.Gallego también resalta que estas ventas fuera del canal de las agencias "perjudican la imagen del sector" y su desempeño.Las asociaciones ya tienen varios casos denunciados y su objetivo es seguir llamando la atención ante la opinión pública sobre estos casos para que vayan desapareciendo.