Barra libre de comisiones bancarias
Hace ya varios meses desde que los bancos comenzaran a engordar las comisiones que cobran a sus clientes. El motivo es claro. En julio del año pasado, el Banco de España dejó de regular las comisiones que se engloban dentro de los servicios de pago y la única obligación de las entidades pasó a ser comunicarlas a los clientes.
Desde hace unos meses, Bankinter cobra dos euros a todo aquel que, sin ser cliente, haga un ingreso de efectivo en las ventanillas de sus oficinas. BBVA señaló hace semanas que a partir del 1 de enero de 2012 cobrará una comisión de 1,20 euros (frente a los 0,60 euros anteriores) a todos los clientes que retiren efectivo en un cajero de la red Servired que no sea del propio banco. Barclays, BBVA, Santander, Popular y Bankinter cobran entre 0,18 euros y 0,50 euros por cada apunte en la cuenta de los clientes que no estén vinculados a través de la nómina o de algún producto financiero. Y así hasta el infinito
La subida de las comisiones bancarias está a la orden del día. El cierre de los mercados mayoristas, la alta rentabilidad que ofrecen los 'superdepósitos' y la fuga constante de clientes ha llevado a los bancos a elevar las principales comisiones como medida para generar ciertos ingresos. La explicación es la más obvia. Las entidades financieras engordan algunas comisiones porque tienen plena libertad para hacerlo.
Desde el día 8 de julio de 2010, fecha de entrada en vigor de la Orden EHA/1608/2010, de 14 de junio, la transparencia de los servicios de pago sujetos a la Ley 16/2009, de 13 de noviembre se regula exclusivamente por lo dispuesto en ella y no por Orden de 12 de diciembre de 1989 que hasta entonces les era aplicable. Esto quiere decir que, tal y como informa el Banco de España en su página web, "desde esa fecha las entidades no están obligadas a incluir en sus folletos de tarifas comisiones para los servicios de pago que prestan, ya que la información es individual a cada cliente y previa a la realización de la operación y, caso de que voluntaria y libremente decidan informar sobre ellas en sus folletos, dichas comisiones pueden tener o no el carácter de máximas así como aplicarse a todo tipo de clientes o bien a sólo una categoría de los mismos".
Y es que, en este apartado, el Banco de España regula tan solo que las comisiones que los bancos aplican respondan a servicios efectivamente prestados y que no haya duplicidades. "Solo nos las comunican por temas de transparencia pero no están obligados. La única obligación que tienen las entidades es comunicárselo a sus clientes", explica.
Dentro de este epígrafe calificado con el nombre de servicios de pago se engloban las principales comisiones que aplican los bancos. De esta manera, escapan al control del Banco de España las comisiones que se cobran por transferencias, por descubiertos, por mantenimiento y administración de cuentas, por emisión o renovación de tarjetas, por disposición en efectivo en ventanilla o cajero, por órdenes de entidades para adeudo de domiciliaciones y por gestión de recibos domiciliados.
Y los datos no engañan. En su página web, el Banco de España señala que desde el 31 de diciembre de 2010 hasta el 30 de noviembre de 2011 las principales comisiones que se incluyen dentro del apartado se han incrementado de manera generalizada. En concreto, a finales del año pasado la comisión que las entidades cobraban en concepto de mantenimiento de cuentas corrientes y de ahorro era de 12,50 euros como mínimo y de 42 euros como máximo al semestre. En este momento, sin embargo, la cantidad máxima que el cliente tiene que pagar por ese servicio asciende a 75 euros cada seis meses, lo que supone una subida del 78%.
Los costes por administración o adeudo de recibos también se han visto incrementados. La comisión por descubiertos era, en diciembre de 2010, de 18 euros como máximo, mientras que ahora asciende a 20 euros. Asimismo, la reclamación por descubiertos suponía un gasto para el cliente de hasta 35 euros, frente a los 36,50 euros actuales. La única excepción son los importes que se cobran por cada apunte, que permanecen inalterados hasta un máximo de 0,60 euros por cada anotación.