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Asegura que el arrendamiento frena el paro

El Banco de España cree insuficientes las ayudas actuales al alquiler

Lo admiten los expertos, se lamentan los organismos internacionales y ahora es el Banco de España quien advierte del escaso protagonismo del alquiler de vivienda. A pesar del cambio habido en las políticas de todas las Administraciones públicas, el arrendamiento en España no termina de despegar. El último estudio de dicha entidad cree que se debe insistir en su fomento para combatir el desempleo.

Dice la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez que un incremento en el peso del mercado del alquiler puede generar mejoras de eficiencia en la economía, en particular facilitando una mayor movilidad geográfica de los trabajadores, lo que permitiría una reducción de la tasa de paro. En un artículo del último boletín económico, el Banco de España subraya la disparidad que sigue existiendo entre lo que representan las casas alquiladas en los principales países europeos y en España. Así, mientras que en Alemania o Francia la proporción de vivienda arrendada supera el 40% y en Reino Unido se encuentra cercana al 30%, en España están sensiblemente por debajo de esos volúmenes y oscila según las fuentes estadísticas que se consulten.

Si se toma como referencia el último censo, de 2001, el porcentaje se sitúa alrededor del 10%, pero según las cifras que maneja la Secretaría de Estado de Vivienda, el dato oscilaría entre el 11% de 2006 y el 13,2% de 2008. Para 2010, sin embargo, la encuesta de presupuestos familiares que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) habla de un 16% y la encuesta de condiciones de vida lo reduce al 12%. Sea como fuere, lo cierto es que para las iniciativas que se han puesto en marcha en la última legislatura, los resultados aún están a mucha distancia de la media europea.

Malas perspectivas de empleo

El organismo supervisor admite que en el cuarto trimestre "se está agravando la debilidad" de la economía española

El estudio cita la creación de la Sociedad Pública de Alquiler, la mejora de la fiscalidad del arrendamiento o la puesta en marcha de la renta básica de emancipación como hitos del actual Gobierno, si bien no entra a calificar los resultados obtenidos.

Sí que recuerda que en España se estuvo durante muchos años primando la compra en detrimento del alquiler y que todavía persisten ciertas disfunciones. De hecho, menciona que un "coste judicial muy elevado (ya sea en tiempo o en recursos económicos), asociado a la resolución de los posibles incumplimientos de las condiciones de los contratos de alquiler por parte de los inquilinos (impagos o desperfectos) podría derivar en una retirada del mercado por parte de los arrendadores, aumentando la proporción de la vivienda en propiedad".

Por tanto, asegura el organismo que se hace necesario seguir fomentando el alquiler frente a la adquisición en propiedad. "Un mercado más equilibrado facilitará la provisión de servicios de vivienda en condiciones más favorables, contribuirá a absorber el exceso de capacidad del sector residencial y facilitará la movilidad laboral", añade.

Por otra parte, el Banco de España alerta de que en los últimos meses del año se está acentuando la debilidad de la demanda nacional y de la actividad económica, influida por el recrudecimiento de las tensiones financieras y el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento mundial. El supervisor señala que las malas perspectivas económicas son consecuencia del agravamiento de la crisis de deuda soberana en la zona del euro, lo que se ha reflejado en nuevos aumentos de la prima de riesgo de la renta fija y en descensos de los índices bursátiles.

En lo que respecta al consumo privado, el Banco España dice que los datos disponibles del cuarto trimestre del año apuntan a que se está manteniendo la contracción registrada en el tercero, debido al aumento de las perspectivas de desempleo y de ahorro. Del mismo modo, señala que los indicadores relativos a la inversión en equipo están retrocediendo, lo que -según el supervisor- sugiere que las empresas podrían hacer frente a un aumento de la producción sin aumentar el gasto.

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