Las subidas fiscales acercan al Estado a su objetivo de déficit
Hacienda recauda 1.800 millones adicionales por elevar los pagos a cuenta en Sociedades, unos ingresos con los que Rajoy no podrá contar en su primer año de Gobierno
Las impopulares subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno saliente han supuesto un enorme desgaste en términos políticos. Sin embargo, permitirán que la Administración central -las comunidades autónomas es otro cantar- cumpla el objetivo de déficit para este año, fijado en el 4,8% del PIB. Al menos, así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Hacienda en funciones, Juan Manuel López Carbajo. Hasta octubre, el déficit del Estado se ha situado en el 3,7% del PIB, 8.133 millones por debajo que en el mismo periodo del año anterior.
Sin las medidas tributarias, los ingresos financieros hasta octubre caerían un 3,9% en lugar de aumentar el 1,4% que reflejan los datos de ejecución presupuestaria. Así, el nuevo equipo de Mariano Rajoy se encontrará con una Administración central que, a pesar de cumplir el objetivo de déficit, solo ha podido elevar sus ingresos a partir de subidas impositivas. La eliminación parcial de la deducción de 400 euros en el IRPF, el incremento del gravamen sobre el ahorro, la supresión del cheque-bebé o el aumento del IVA, entre otros, han permitido al Estado recaudar 8.105 millones adicionales, una cifra que coincide con la reducción del déficit.
Además, el aumento de los pagos a cuenta en el impuesto sobre sociedades aprobados en agosto se tradujo en 1.800 millones adicionales en octubre. Una cifra que podría alcanzar los 2.500 millones a finales de año. Esta medida fiscal, que afecta solo a empresas con una cifra de negocios superior a los 20 millones de euros, no supone un incremento de impuestos. Las empresas anticipan ahora una parte mayor de la cuota a pagar del impuesto que, en principio, debían abonar el próximo año. Carbajo aseguró que el incremento de los pagos fraccionados "ha sido muy importante" para cumplir el objetivo de déficit. Ello sugiere que la Administración central tendrá muy poco margen para compensar el déficit superior al previsto que registrarán, probablemente, las comunidades.
Sin embargo, los 2.500 millones que las empresas pagarán de más este año deben restarse del próximo ejercicio, lo que eleva aún más la presión para el próximo ministro de Economía. En cualquier caso, el aumento de los pagos a cuenta no impidió un nuevo descenso, del 5,2%, de la recaudación por el impuesto sobre sociedades.
En cambio, los ingresos derivados del IRPF -el impuesto que más recursos aporta a las arcas públicas- aumentó un 3,9% hasta los 59.535 millones de euros. El aumento se explica por la disminución de las devoluciones y el incremento de las declaraciones a pagar en el impuesto sobre la renta.
En cuanto al IVA, los datos de ejecución reflejan una desaceleración. Hasta octubre, se recaudaron 45.490 millones, un 2,6% más que en el mismo periodo del año anterior. En la primera parte del año -cuando pervivía el efecto del incremento de tipos aprobado en julio de 2010- los ingresos por IVA crecían a ritmos del 10%. La ralentización de este impuestos que grava el consumo cuadra con el estancamiento económico que sufre la economía español según los últimos datos del INE. Ello también se refleja en la caída del impuesto sobre hidrocarburos, cuya recaudación se derrumbó un 6% entre enero y octubre. En cambio, en el impuesto sobre el tabaco, el fin de la guerra de precios de las tabacaleras, permitió elevar los ingresos en un 0,4%.
La importante reducción del déficit también se explica por el drástico recorte, del 18,2%, del gasto de la Administración central. Las partidas dedicadas a inversión cayeron un 26,8% hasta octubre y las transferencias corrientes y de capital descendieron un 27,6% y un 35,4%, respectivamente. En cambio, los gastos financieros -que son aquellos que se destinan a pagar los intereses de la deuda- alcanzaron los 21.825 millones, un 12,2%. Por otra parte, la reducción del sueldo de los funcionarios no impidió un aumento del 2% de los gastos de personal. Ello se explica por el aumento de las prestaciones sociales "derivado del abono de la compensación por la desviación del IPC de 2010".
Superávit menguante
El esfuerzo de austeridad de la Administración central todavía no se ha trasladado con la misma contundencia a las comunidades autónomas que, hasta el tercer trimestre, redujeron el gasto en un 2,81%.
Si bien Carbajo se mostró contundente al asegurar que la Administración central cumplirá el objetivo de déficit, se mostró más cauto con las comunidades autónomas. "No puede poner la mano en el fuego", respondió cuando le preguntaron si el déficit autonómico cerraría el ejercicio en el 1,3% que contempla el objetivo de estabilidad. Carbajo, que ayer presentó por última vez los datos de ejecución presupuestaria, calificó, a modo de epílogo, su paso por la Secretaría de Estado de Hacienda, como "más intensa y difícil". Y destacó la minucioso labor que realiza el equipo económico del Gobierno para corregir los desequilibrios. "Somos muy pesados con el resto de ministerios y con las comunidades autónomas para controlar el déficit", señaló.
En cualquier caso, todo apunta que las comunidades autónomas incumplirán el objetivo de déficit del 1,3%. Por otra parte, existen dudas razonables acerca de si la Seguridad Social logrará un superávit del 0,4% del PIB previsto por el Gobierno. El Ministerio de Trabajo informó ayer que, hasta octubre, los números verdes de la Seguridad Social alcanzaron el 0,52% del PIB. Cifra que equivale a 5.610 millones de euros, la mitad que lo obtenido en el mismo periodo del año anterior.
El comercio vende un 7% menos
La ventas en el comercio minorista a precios constantes -eliminado el efecto de la variación de precios- cayó un 6,9% en octubre en tasa interanual, según los datos publicados ayer por el INE. El descenso indica que el estancamiento económico que sufrió la economía española en el tercer trimestre se mantiene e, incluso, puede empeorar en la última parte del año. De hecho, algunos analistas ya apuntan que el PIB regresará a tasas negativas entre octubre y diciembre. Los datos del INE reflejan que el índice general de comercio minorista registró su peor mes de octubre desde 2008, cuando cayó un 7,2% en tasa interanual. De hecho, en lo que va de año, no ha cosechado ni una variación positiva. La última vez que las ventas aumentaron fue en junio de 2010. En cualquier caso, la estadística muestra un empeoramiento de la situación después del verano.Además, el descenso se produjo en todos los tipos de establecimientos. Las grandes superficies sufrieron el mayor retroceso y sus ventas cayeron un 10,3%, supone el tercer peor dato en toda las serie histórica. En cambio, las grandes cadenas aguantaron mejor y solo perdieron un 2,3% de sus ventas en términos interanuales.Los datos negativos también se reflejaron en el mercado laboral. La ocupación en el sector minorista descendió un 0,5%. Solo en enero se registró un deterioro mayor. La mala evolución del comercio afecta a impuestos como el IVA, que grava el consumo.Por otra parte, la caída de las ventas se registró en octubre en todas las comunidades aunque con distinto grado de intensidad. Aragón, Galicia, Baleares y8 Andalucía son, por este orden, los territorios que sufrieron un mayor retroceso en el sector minorista. Las caídas más suaves se registraron en Canarias y Navarra.