Alfredo Sáenz permanecerá al frente de Santander tras el indulto del Gobierno
No hubo sorpresas. Alfredo Sáenz seguirá al frente de Santander como consejero delegado. El responsable del mayor banco español obtuvo el viernes el indulto gubernamental que anula la condena que le impuso el Tribunal Supremo el pasado marzo por unos hechos acaecidos en 1994, durante su gestión del entonces intervenido Banesto. También se beneficiaron de la medida Miguel Ángel Calama, ex director general de Globalcaja, y el abogado Rafael Jiménez de Parga.
El encargado de hacer pública la conmutación de la pena fue José Blanco, portavoz del Gobierno en funciones. Y lo hizo después del primer Consejo de Ministros celebrado tras las elecciones del 20 de noviembre, que ganó el PP por mayoría absoluta. Es decir, en plena retirada del Ejecutivo socialista.
Blanco se mostró incómodo con el tema. Hasta en tres ocasiones remitió el político a la nota oficial del Ministerio de Justicia. El portavoz gubernamental declinó informar sobre las deliberaciones del Consejo pero sí reconoció en referencia al indulto que, "en este caso concreto, el PP tenía conocimiento de esta situación".
El comunicado de Justicia señalaba que se había acordado "indultar parcialmente a Alfredo Sáenz Abad, Rafael Jiménez de Parga Cabrera y Miguel Ángel Calama Teixeira, una vez resueltos los expedientes, a la vista de los informes pertinentes y conforme a lo dispuesto en la ley".
La nota de Justicia explicaba que "la concesión de este indulto parcial, derivado de unos hechos acaecidos hace 17 años, conmuta la pena impuesta de arresto mayor y la accesoria de suspensión de ejercicio profesional por la multa máxima prevista en la legislación".
El grupo Santander hizo pública "su satisfacción tras conocer la decisión del Consejo de Ministros de conceder el indulto a Alfredo Sáenz", que tiene 69 años de edad y es consejero delegado del grupo desde 2002.
El Tribunal Supremo había condenado a prisión e inhabilitación profesional a los tres implicados. Los ejecutivos recurrieron ante el Tribunal Constitucional y lograron que se suspendiera la ejecución de la sentencia.
Un caso que se remonta a hace 17 años
Sáenz fue condenado por el Tribunal Supremo por un delito de denuncia falsa. El ejecutivo dio instrucciones en 1994 para que el intervenido Banesto presentara una querella criminal por estafa y alzamiento de bienes contra tres empresarios catalanes. Su intención era que pagaran los 639 millones de pesetas que debían sus empresas. El pasado marzo, Alfredo Sáenz fue condenado a tres meses de cárcel e inhabilitación. El ejecutivo no iría a prisión al carecer de antecedentes, pero solicitó el indulto para seguir en sus funciones como consejero delegado del grupo Santander.