El Ibex evita los mínimos pese al castigo semanal del 6,58%
La posibilidad de que Europa elimine la participación forzosa del sector privado en el fondo de rescate anima las Bolsas el viernes.
Final agridulce a otra semana de máxima tensión. El viernes prometía ser sangriento pero todo cambió a media tarde al conocerse que la mayoría de la zona euro está a favor de eliminar la participación forzosa del sector privado en el fondo de rescate permanente, que entra en vigor en 2013. No hubo confirmaciones oficiales pero la simple expectativa de que la deuda europea recupere prestigio bastó para cambiar el rumbo de las Bolsas. Distinta fue la acogida en el mercado de renta fija donde los costes de financiación, incluidos los de Alemania, continuaron la imparable carrera ascendente.
En definitiva, balance negativo pero no tan malo al suavizarse algo el castigo a la Bolsa. El Ibex pasó de perder el 1,55% en el peor momento del día a cerrar con una ganancia del 0,54%, suficiente para evitar perforar el mínimo intradía del año (7.505 puntos) con el que coqueteó durante la sesión. Un pobre consuelo que dejó la caída semanal en el 6,58%. El patrón de comportamiento en el resto de Europa fue similar. Las subidas rondaron el 0,8% de media el viernes pero los castigos semanales oscilaron entre el 3,7% del Footsie y el 8,5% de la Bolsa italiana.
La evolución del mercado de deuda fue todavía más desoladora. El bono español a 10 años alcanzó el 6,69%, el italiano escaló hasta el 7,26% pero el huracán de ventas se extendió mucho más allá de la periferia. La deuda alemana repuntó con fuerza por tercer día hasta el 2,26%, la belga alcanzó el 5,86%, la austriaca, el 3,8% y la finlandesa, un 2,9%.
Así, mientras la Bolsa agradeció una información publicada por la agencia Reuters, citando fuentes comunitarias, según la cual la zona euro está planteándose renunciar a la participación del sector privado en el fondo europeo de rescate, la renta fija no mostró mucha euforia a pesar de que en principio sería la gran beneficiada de tal ofensiva.
El cambio significaría que Alemania podría renunciar a la inclusión de las llamadas cláusulas de acción colectiva en las futuras emisiones de deuda del fondo de rescate permanente, según informa Bernardo de Miguel. Estas cláusulas, creadas originalmente para los mercados emergentes, alertan a los inversores del riesgo de impago y de la imposibilidad de vetar, llegado el caso, una reestructuración de la deuda.
Avisar tan claramente a los inversores de que si llegan mal dadas deberán asumir quitas por sus tenencias de deuda pública explica en buena medida la inestabilidad reciente del mercado de deuda. Según Reuters, Francia, España, Italia y todos los periféricos estarían a favor de eliminar estas cláusulas mientras que Alemania, Finlandia y Holanda estarían en contra. Pero todo apunta a que podrían renunciar a su inserción a cambio de una reforma del Tratado de la UE que imponga una férrea disciplina fiscal.
A la espera de confirmaciones oficiales y de avances en los múltiples acontecimientos que tendrán lugar la próxima semana (cumbre entre EE UU y Europa, Eurogrupo y Ecofin), lo cierto es que la crisis de deuda en Europa, lejos de remitir, se extiende a gran velocidad con Alemania ya afectada por la tormenta como mostró la falta de demanda que sufrió en la subasta de bonos del miércoles. "La situación es dolorosa y pensamos que seguirá deteriorándose. Los políticos seguirán centrándose en lo equivocado, pero eventualmente el BCE imprimirá dinero. Habrá que ver si esperan o no a que veamos retiradas masivas de dinero en los bancos", resume Antoine Badel, socio de Alken.
Los partícipes de mercado parecen coincidir con ese veredicto. Día a día se va extendiendo la expectativa de que las cosas empeorarán sustancialmente antes de que la clase política reaccione de verdad y tome las medidas adecuadas. La negativa de Alemania a ampliar los poderes del BCE y a instaurar los eurobonos, una postura contraria a la tomada la Comisión Europea, explica en buena medida el nerviosismo vivido en los mercados estos días. Tampoco han ayudado noticias como la rebaja a Portugal por parte de Fitch hasta bono basura o el recorte de un escalón a Bélgica (hasta AA) por parte de Standard & Poor's o el rumor de que Grecia pretende que la quita que negocia con la banca alcance el 75%.
En Wall Street los problemas europeos también pasaron factura a pesar de que los mercados cerraron el jueves por la fiesta de Acción de Gracia y viernes la sesión fue reducida. El S&P cayó el 0,27% el viernes y cerró la semana con un retroceso del 4,68%, la peor racha desde septiembre. El Nasdaq perdió el 0,75% el viernes y el Dow se dejó el 0,23%, lo que dejaron los balances semanales en recortes del 5,09% y 4,78% respectivamente.