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Empresas

Tecnología punta para evitar el choque de aves

La consultora ambiental Liquen desarrolla sistemas de detección de colisión entre aves y aerogeneradores.

El estrecho de Gibraltar es conocido por ser el paso migratorio más importante de aves entre el norte de Europa y el continente africano. También concentra uno de los mejores vientos de la Península, idóneos para el desarrollo de energía eólica. La mezcla de ambos es una de las razones de ser de la consultora Liquen, que en 2009 lanzó su primer sistema de detección y disuasión de aves en parques eólicos, uno de los principales quebraderos de cabeza de la Administración, responsable de dar el visto bueno ambiental al desarrollo de cualquier parque eólico.

Cada año, hasta 25 millones de aves mueren estrelladas contra las palas de aerogeneradores, según cálculos de la organización ecologista SEO/BirdLife, experta en este ámbito. Y se espera que esta cifra aumente a medida que la energía eólica siga desarrollándose en España. Hoy, la energía del viento cuenta con 21.000 megavatios de potencia instalada y se espera que alcance 35.000, según el objetivo del último Plan de Energías Renovables aprobado por el Gobierno saliente hace escasas dos semanas.

En este contexto, el invento de Liquen, exclusivo en el mundo y de tecnología propia, adquiere especial relevancia en un momento en el que incluso la Comisión Europea se ha posicionado para armonizar el desarrollo de la energía eólica y el respeto de la avifauna en la Unión Europea. Desde la compañía advierten que su tecnología debe servir solo una vez aprobado el estudio de impacto ambiental de un parque eólico.

Estos sistemas permiten la detección de aves en tiempo real durante el día, mediante las mismas técnicas de visión artificial que se emplean en el ámbito militar. El dispositivo también permite la disuasión automática de aves en vuelo que corran el riesgo de colisión con aerogeneradores mediante sonidos que les alertan del peligro a su paso por un parque eólico. La compañía eligió Zaragoza para implantar el primer sistema de estas características, una región con gran tránsito de aves. Varios parques eólicos de Navarra y de la región de Toscana también están en fase de prueba de estos sistemas. El parque eólico de Las Brañas, en Salamanca, ha sido el último en sumarse a los módulos de detección y de disuasión con control de parada y de colisión de Liquen.

DTBird, como se llama el sistema de la empresa, es capaz de detectar las aves de tamaño medio y grande en tiempo real, obligando a la parada del aerogenerador en apenas 30 segundos, antes de que el ave entre en zona de riesgo. En áreas como Gibraltar, donde los vuelos de aves son constantes, el aerogenerador se activa un mínimo de cinco veces por hora.

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